LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

Zapatero sostiene que su plan busca un futuro para Euskadi y que Rajoy se ancla al pasado

El presidente asegura que trabajará para acabar con el enfrentamiento en el País Vasco

Al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le da lo mismo que las elecciones vascas se adelanten un mes. Ni siquiera lo más importante son las elecciones, por muy importantes que sean. La clave de la situación vasca, una vez rechazado el plan Ibarretxe el martes pasado en el Congreso, es "trabajar desde ahora por buscar una salida". Es lo que el martes intentó ofrecer en su discurso y que el PP no ha querido entender al decir que "dio alas a los nacionalistas". Por eso ayer dijo: "He hecho un discurso para mañana, y Mariano Rajoy creo que hizo un discurso expresamente par...

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Al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le da lo mismo que las elecciones vascas se adelanten un mes. Ni siquiera lo más importante son las elecciones, por muy importantes que sean. La clave de la situación vasca, una vez rechazado el plan Ibarretxe el martes pasado en el Congreso, es "trabajar desde ahora por buscar una salida". Es lo que el martes intentó ofrecer en su discurso y que el PP no ha querido entender al decir que "dio alas a los nacionalistas". Por eso ayer dijo: "He hecho un discurso para mañana, y Mariano Rajoy creo que hizo un discurso expresamente para ayer".

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Horas después de haberse celebrado el debate sobre el plan Ibarretxe y tras participar, ayer por la tarde, en la sesión de control del Congreso, Zapatero mantuvo un encuentro informal con los periodistas. El presidente del Gobierno se siente satisfecho por la manera en que se desarrollaron los acontecimientos el martes, en la sesión plenaria que rechazó el plan Ibarretxe: "Podemos hablar de un aplauso colectivo para todos por su comportamiento".

También valoró que el lehendakari Ibarretxe "no podrá tener ninguna queja del comportamiento que tuvo con él el Parlamento de España. Los 350 parlamentarios dieron un ejemplo de corrección democrática". Zapatero aseguró que el propio PNV estaba contento del debate, a juzgar por la información que este partido había transmitido al portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba. Zapatero admitió, incluso, que Ibarretxe -cuyó discurso calificó de "previsible"- pudo verse ayer beneficiado ante su electorado con su intervención en el Congreso, pero cree que no será así a largo plazo.

Recordó también que el PP se oponía a que se celebrara este debate, pretendía que se rechazara el plan Ibarretxe sin discutirlo en el Congreso, pero ahora da por supuesto que se alegra de que se haya producido porque su presidente, Mariano Rajoy, ha tenido la ocasión de expresar sus puntos de vista y que los españoles los conozcan. A la pregunta de qué le pareció el discurso de Rajoy, señaló que "bien", pero apostilló que elaboró un discurso para "ayer", es decir, según su opinión, sin virtualidad para el futuro.

El presidente del Gobierno dijo que el suyo lo había elaborado para toda la sociedad, pero pensando en el futuro del País Vasco. "Era un discurso para mañana", dijo.

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Zapatero aclaró que no bastaba con decir 'no' al plan Ibarretxe y que era necesario ofrecer una salida al País Vasco. Cree también que esa salida hay que "trabajarla desde ahora", desde el mismo momento en que se rechazaba el plan soberanista.

La salida política que ofrece el presidente del Gobierno trasciende el proceso electoral del 17 de abril y su resultado, por importante que éste sea. A juicio de Zapatero, quien gane las elecciones vascas debe tener capacidad de propuesta para que todos los partidos democráticos empiecen a trabajar en un proyecto de reforma del Estatuto de Gernika que les permita "vivir y decidir juntos". Cree Zapatero que no hay otra salida, una vez que el Congreso, que representa la soberanía nacional, ha rechazado el plan Ibarretxe: "Una vez rechazado el plan, el Parlamento vasco vuelve a tener la palabra". Y Zapatero confía en que tenga en cuenta la voz de todos, de nacionalistas y no nacionalistas, a los que el plan Ibarretxe no tuvo en cuenta.

Por eso, el presidente no condicionó del todo un cambio en el País Vasco a la victoria socialista, aunque dejó abiertas las puertas de la esperanza a que ésta se produzca. "El Partido Socialista de Euskadi está mucho mejor que hace cuatro años", dijo. También aclaró que este partido no va a seguir la estrategia de confrontación entre bloques, nacionalista y no nacionalista, que marcó las elecciones de hace cuatro años y que, a juicio de los socialistas y del propio Zapatero, propició la victoria de Ibarretxe al aglutinar el voto de un victimismo que el lehendakari supo explotar. "Queremos evitar la existencia de dos bloques ante las elecciones", insistió.

También calculó que no era previsible la legalización de Batasuna ya que, según afirmó, no disponía de ninguna información que le asegurase el fin de ETA o la condena del terrorismo por parte de esa fuerza política.

Josu Jon Imaz, presidente del PNV, y Alfredo Pérez Rubalcaba, portavoz parlamentario del PSOE, se despiden tras el debate del plan Ibarretxe en el Congreso de los Diputados, la noche del martes pasado.LUIS MAGÁN

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