Los negocios afectados exigen compensaciones por la falta de ingresos

La cincuentena de comerciantes del barrio del Carmel que tienen las tiendas cerradas desde el miércoles -tres de ellos desde el martes, cuando se desalojaron los primeros edificios del pasaje de Calafell-, están estudiando las medidas que tomarán para que "el Ayuntamiento, la Generalitat, la constructora o quien sea" les compense por los ingresos que están dejando de percibir. "Entendemos que lo primero son las personas, pero el barrio lo hace el comercio", defendía ayer el presidente de la Asociación de Comerciantes Carmel Centre, Josep Maria Mas. "Llevamos dos días cerrados en el mes que men...

La cincuentena de comerciantes del barrio del Carmel que tienen las tiendas cerradas desde el miércoles -tres de ellos desde el martes, cuando se desalojaron los primeros edificios del pasaje de Calafell-, están estudiando las medidas que tomarán para que "el Ayuntamiento, la Generalitat, la constructora o quien sea" les compense por los ingresos que están dejando de percibir. "Entendemos que lo primero son las personas, pero el barrio lo hace el comercio", defendía ayer el presidente de la Asociación de Comerciantes Carmel Centre, Josep Maria Mas. "Llevamos dos días cerrados en el mes que menos se vende y justo a finales, cuando la cosa se podía animar", lamentaba.

Se quejan de que nadie les ha informado ni de cuándo podrán volver a subir las persianas ni de cómo se les compensará. Entre los afectados hay comercios de todo tipo: peluquerías, una panadería, tiendas de ropa y electrodomésticos, otra de pinturas y material de bricolaje, bares, una inmobiliaria, un negocio familiar de recambios de automóviles... Salva Carmona es el hijo del dueño de este último, ubicado en el pasaje de Calafell, y califica de "millonarias" las pérdidas que ya han sufrido. "Proveemos a decenas de talleres, tenemos siete empleados y cada día hacemos montones de repartos", asegura, y se queja de que están "desatendidos, sin información".

Sin cobertura de seguro

La secretaria de la asociación, Isabel Moreno, de la peluquería Moreno, se pasó toda la mañana arriba y abajo por la calle de Llobregós elaborando una lista de los afectados y preguntando a sus compañeros si disponen del seguro conocido como "lucro cesante", que cubre la falta de ingresos. "Para nosotras, en la peluquería, los jueves, viernes y sábados son los días fuertes de la semana", explicaba, y reconocía que carece de esta póliza. "No soy capaz de cuantificar las pérdidas, pero habíamos dado hora a muchas clientas, éstos son días fuertes", aseguraba.

En algunos casos, al igual que los vecinos, los comerciantes pudieron entrar ayer en sus locales para recoger efectos personales que olvidaron dentro el jueves al salir a toda prisa. Como Jaume May, dueño de Pinturas Forma, que recuperó "papeles importantes" y alguna documentación.

Todos los propietarios afectados, tanto si están asociados a la agrupación de comerciantes como si no, tienen previsto reunirse "en breve" y ponerse en contacto con un abogado para que actúe de interlocutor con el Ayuntamiento.