Un hundimiento en las obras del metro en Barcelona obliga a desalojar 84 edificios

El socavón, de 30 metros de diámetro y 35 de profundidad, afectó a más de 850 vecinos

Un total de 864 personas del barrio del Carmelo, en Barcelona, fueron desalojadas en la mañana de ayer por un hundimiento que se produjo en las obras de prolongación de la línea 5 del metro. El socavón, de 30 metros de diámetro por 35 de profundidad, se tragó un garaje y la vivienda superior. Tanto el garaje como un edificio de viviendas colindante, de 25 vecinos, fueron evacuados el martes por la noche cuando se produjo una falla en el subsuelo. Los trabajos de contención no lograron taponar la falla, y la tierra cedió ayer a las nueve de la mañana. No hubo heridos.

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Un total de 864 personas del barrio del Carmelo, en Barcelona, fueron desalojadas en la mañana de ayer por un hundimiento que se produjo en las obras de prolongación de la línea 5 del metro. El socavón, de 30 metros de diámetro por 35 de profundidad, se tragó un garaje y la vivienda superior. Tanto el garaje como un edificio de viviendas colindante, de 25 vecinos, fueron evacuados el martes por la noche cuando se produjo una falla en el subsuelo. Los trabajos de contención no lograron taponar la falla, y la tierra cedió ayer a las nueve de la mañana. No hubo heridos.

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Los vecinos se llevaron un buen susto cuando una voz les requirió por el interfono de los porteros automáticos para abandonar sus domicilios sin perder tiempo. El perímetro de seguridad del desalojo inicial fue de 25 metros, luego de 50 y al final de 100. En total, fueron desalojados 84 edificios de viviendas y dos colegios. Fueron acordonadas las calles de unas dos manzanas en un escarpado terreno, y el desconcierto se apoderó de decenas de familias que se vieron en la calle con lo puesto. Los servicios de atención se centralizaron en un centro cívico del barrio. Los algo más de 400 niños de dos colegios evacuados fueron conducidos a otras dos instalaciones.

La alarma saltó a primera hora de la mañana de ayer, cuando los técnicos que trabajaban en la zona vieron una grieta en el garaje desalojado el martes. "Hemos ampliado el perímetro de seguridad por riesgo de hundimiento", dijo ayer el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal. A las 9.30 el suelo cedió.

La falla en el terreno se produjo el pasado martes sobre la cola de maniobra del túnel (un segundo túnel auxiliar que se utiliza en caso de averías u otras incidencias). Tanto Nadal como el presidente de la empresa Gestión de Infraestructuras, que realiza la obra, explicaron que la chimenea que se formó por encima del túnel sin llegar a la superficie fue de unos 15 metros. "Los técnicos infiltraron arcillas y tierras para asentar el terreno y las paredes del túnel", explicó Nadal. Los trabajos prosiguieron el miércoles, pero el terreno no se asentó.

Tanto el consejero como el alcalde de la ciudad, Joan Clos, señalaron que los trabajos de rellenado del agujero, con tres hormigoneras, durarán como mínimo tres días y subrayaron que los afectados sólo volverán a sus domicilios cuando se tenga la seguridad de que no existe riesgo. A preguntas de los informadores, Nadal aseguró que se habían realizado todos los estudios geológicos del terreno: "Las muestras se toman de puntos concretos, y metro a metro la composición del terreno puede cambiar. Se trata de arcillas, pizarras y gres. Las pruebas no detectaron irregularidades o fallas. Es más, los técnicos señalan que el movimiento producido no tiene precedentes".

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Al ser preguntado por si lo ocurrido replanteará el proyecto -son tres estaciones de prolongación de la línea 5: Carmelo, Taxonera y Vall d'Hebron-, Nadal afirmó que antes de continuar con el túnel se hará un nuevo análisis geológico de la zona y se incrementará el número de catas del subsuelo. A las diez de la noche, los servicios sociales del Ayuntamiento habían alojado a 546 personas afectadas, la mayoría en hoteles.

Vista desde un helicóptero del socavón que se abrió en el barrio del Carmelo en Barcelona.CARLES RIBAS

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