La Junta da luz verde a 35 parques eólicos en la provincia de Málaga y rechaza 16

La Delegación de Medio Ambiente de la Junta en Málaga ha formulado hasta el momento la declaración de impacto ambiental de 51 expedientes de parques eólicos, de los que 35 se consideraron viables y 16 se rechazaron. Los expedientes viables a efectos ambientales representan una potencia global de 903 megavatios, lo que de ejecutarse significaría atender al consumo eléctrico de 90.000 habitantes, según informaron desde la Delegación del Gobierno andaluz en Málaga.

El incremento de parques eólicos en Málaga, explican las citadas fuentes, responde a lo establecido en el Plan Energético de ...

La Delegación de Medio Ambiente de la Junta en Málaga ha formulado hasta el momento la declaración de impacto ambiental de 51 expedientes de parques eólicos, de los que 35 se consideraron viables y 16 se rechazaron. Los expedientes viables a efectos ambientales representan una potencia global de 903 megavatios, lo que de ejecutarse significaría atender al consumo eléctrico de 90.000 habitantes, según informaron desde la Delegación del Gobierno andaluz en Málaga.

El incremento de parques eólicos en Málaga, explican las citadas fuentes, responde a lo establecido en el Plan Energético de Andalucía, aprobado en mayo de 2003, que establece que en 2010 las energías procedentes del sol, el viento o la biomasa generadas en la comunidad deberán suponer, como media, el 15% de las fuentes limpias.

Una de las grandes ventajas de la energía eólica es que genera electricidad de una forma limpia, sin producir emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera como sucede con el consumo de combustibles fósiles, ya sea al circular con vehículos o al usar electricidad generada con carbón o fuel. Dichas emisiones son responsables del llamado efecto invernadero y deben irse reduciendo paulatinamente, tal y como se acordó en el Protocolo de Kioto, suscrito por España. Asimismo, el actual precio que está adquiriendo el crudo da lugar a que estas fuentes energéticas estén tomando una mayor importancia no sólo desde el punto de vista ambiental, sino también desde la rentabilidad económica tanto para los promotores como para los propietarios de los terrenos.