Maragall ofrece su mediación en el País Vasco

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, aseguró ayer que se dan las condiciones para comenzar a buscar vías de diálogo para el fin de la violencia en el País Vasco y se ofreció a participar en el proceso si alguna de las partes lo requiere. "No se resolverá en un día, pero creo que se dan las condiciones para comenzar a resolverlo [la situación del País Vasco], siempre a partir del compromiso de todas las fuerzas políticas para trabajar por vías pacíficas y democráticas", dijo Maragall en la rueda de prensa final de su visita de dos días a Bruselas, según informa Europa ...

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, aseguró ayer que se dan las condiciones para comenzar a buscar vías de diálogo para el fin de la violencia en el País Vasco y se ofreció a participar en el proceso si alguna de las partes lo requiere. "No se resolverá en un día, pero creo que se dan las condiciones para comenzar a resolverlo [la situación del País Vasco], siempre a partir del compromiso de todas las fuerzas políticas para trabajar por vías pacíficas y democráticas", dijo Maragall en la rueda de prensa final de su visita de dos días a Bruselas, según informa Europa Press.

Preguntado por cuál debe ser la solución, el presidente de la Generalitat afirmó que no le corresponde a él avanzarla, pero se ofreció a participar en el proceso. "Puedo decir que nos ofrecemos para lo que haga falta. Si nos lo pidieran, acudiríamos presurosos. Ofrezco mi colaboración leal en lo que se tenga que hacer para encontrar una solución que creo posible y relativamente factible en un tiempo más breve del que habíamos pensado", anunció. No obstante, reconoció que las que deben ofrecer esta solución son las fuerzas políticas vascas, y en este sentido señaló que el plan presentado por el secretario general del PSE, Patxi López, le parecía una propuesta "capaz de ser entendida por todo el pueblo vasco".

Maragall se mostró convencido de que el plan Ibarretxe será rechazado en el Congreso, a diferencia del nuevo Estatuto catalán, aunque aseguró que si Cataluña no existiera, "el problema de Euskadi ya estaría solucionado" con la plena recuperación de los fueros abolidos por Franco en 1938.