Detenido un hombre por matar a su ex pareja en Vizcaya

El arrestado tenía una orden judicial de alejamiento por maltrato

La Ertzaintza detuvo en la mañana de ayer en Durango (Vizcaya) a un hombre como presunto autor de la muerte a puñaladas de su ex compañera sentimental, ocurrida horas antes en la misma localidad. La mujer había denunciado a su ex compañero por maltrato y sobre el detenido pesaba una orden judicial de alejamiento.

Fuentes policiales precisaron que la agresión se produjo sobre las nueve de la noche del sábado. El presunto autor del crimen, Felipe A. U., de 35 años y natural de Durango, asestó una puñalada en el abdomen a su ex compañera, María Ofelia F., guatemalteca de 32 años, tras mant...

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La Ertzaintza detuvo en la mañana de ayer en Durango (Vizcaya) a un hombre como presunto autor de la muerte a puñaladas de su ex compañera sentimental, ocurrida horas antes en la misma localidad. La mujer había denunciado a su ex compañero por maltrato y sobre el detenido pesaba una orden judicial de alejamiento.

Fuentes policiales precisaron que la agresión se produjo sobre las nueve de la noche del sábado. El presunto autor del crimen, Felipe A. U., de 35 años y natural de Durango, asestó una puñalada en el abdomen a su ex compañera, María Ofelia F., guatemalteca de 32 años, tras mantener una discusión. Pese a la orden de alejamiento, el ataque se produjo en el rellano de la vivienda en la que ambos habían convivido y en presencia de los dos hijos de la fallecida: un niño de una relación anterior y una niña de seis años, hija del agresor. La mujer, herida y sangrando, bajó las escaleras de la vivienda, en un segundo piso, y buscó auxilio en un restaurante. Desde allí fue trasladada hasta el hospital de Galdakano, donde falleció horas después.

Los signos del crimen eran visibles ayer en el lugar de los hechos. En su huida, la mujer dejó un rastro de sangre en el suelo y las paredes de la escalera que llegaba hasta el restaurante, donde intentó refugiarse. "Entró tambaleándose, con ropas de andar por casa y descalza de un pie; se apoyó mirando a la barra y nos pidió que no le dejásemos entrar [al agresor] porque la perseguía", explicó el responsable del restaurante.

La mujer se tapaba el abdomen mientras sostenía un cuchillo doblado. "Ella no cesaba de repetirnos que ayudásemos a su hija, porque temía que él la fuera a matar". El personal del local trató de taponarle la herida. Según los testigos, repetía: "Mis pobres hijos, que se han quedado solos". Diez minutos después llegó la ambulancia.

La víctima y el presunto agresor eran conocidos en el vecindario. "Vivían juntos en esa casa desde hacía al menos siete años; ella era muy discreta y educada", dijo una persona cercana a la fallecida. Según esta fuente, la relación se truncó a comienzos del verano pasado, cuando ella denunció a su compañero por maltrato. El juez dictó una orden de alejamiento. Varios vecinos precisaron que, desde entonces, él había sido visto por el barrio.

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