La Generalitat y el gobierno de Maragall hablan sobre la Acadèmia

Los gobiernos de la Comunidad Valenciana y de Cataluña mantienen discretos contactos para solucionar la crisis abierta en la Acadèmia de la Llengua Valenciana (AVL) a raíz de las presiones a que esta institución fue sometida por el Consell que preside Francisco Camps para evitar la aprobación de un dictamen que reconociera, mediante la doble denominación catalán/valenciano, la unidad del idioma.

Las constantes protestas de diversos consejeros por la injerencia de la Generalitat de Cataluña en los asuntos internos valencianos no han sido obstáculo para que al menos un miembro del equipo ...

Los gobiernos de la Comunidad Valenciana y de Cataluña mantienen discretos contactos para solucionar la crisis abierta en la Acadèmia de la Llengua Valenciana (AVL) a raíz de las presiones a que esta institución fue sometida por el Consell que preside Francisco Camps para evitar la aprobación de un dictamen que reconociera, mediante la doble denominación catalán/valenciano, la unidad del idioma.

Las constantes protestas de diversos consejeros por la injerencia de la Generalitat de Cataluña en los asuntos internos valencianos no han sido obstáculo para que al menos un miembro del equipo de Camps haya mantenido una reunión de alto nivel con la Generalitat catalana. El objetivo de estos contactos, según fuentes próximas al gobierno catalán, ha sido evitar la crisis a la que estaba abocada la Acadèmia si prosperaba la dimisión de los 13 académicos que apoyaban el dictamen en el que se reconocía la unidad del idioma y que provocó el notable enfado del gobierno de Francisco Camps.

La presencia de Joan Rigol, ex vicepresidente del Senado, ex presidente del Parlament de Catalunya, y hombre clave en las negociaciones que hicieron posible la creación de la Acadèmia, en la comida que mantuvieron el consejero González Pons y el académico Rafael Alemany, confirma el interés del gobierno valenciano por implicar a dirigentes políticos catalanes en la solución de la crisis. La comida del pasado viernes tuvo su continuación en el Palau de la Generalitat en una entrevista a la que no acudió Rigol.