Alonso tilda de "extravagantes" las tesis que ligan a islamistas y ETA

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, calificó ayer de "extravagantes" las tesis insistentemente expuestas por el PP sobre una supuesta relación entre ETA y el terrorismo islamista. El diputado popular Jaime del Burgo insistió en esta conexión durante la comisión de Interior del Congreso y vinculó el futuro político de Alonso a que dicha relación no aparezca. De hecho, ayer esbozó una nueva tesis y dijo que, igual que acabó apareciendo la relación entre el Estado y los GAL, acabará saliendo la que él rebusca.

Alonso compareció en la comisión de Interior para dar cuenta de las "...

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, calificó ayer de "extravagantes" las tesis insistentemente expuestas por el PP sobre una supuesta relación entre ETA y el terrorismo islamista. El diputado popular Jaime del Burgo insistió en esta conexión durante la comisión de Interior del Congreso y vinculó el futuro político de Alonso a que dicha relación no aparezca. De hecho, ayer esbozó una nueva tesis y dijo que, igual que acabó apareciendo la relación entre el Estado y los GAL, acabará saliendo la que él rebusca.

Alonso compareció en la comisión de Interior para dar cuenta de las "informaciones aparecidas en medios de comunicación sobre la autoría del atentado del 11 de marzo y de las relaciones de terroristas islámicos y ETA en la cárcel de Villabona". Pero, en realidad, se convirtió en una comparecencia apéndice de las ya oídas en la comisión de investigación del Congreso. El ministro utilizó los mismos informes policiales que usó el lunes pasado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la Comisión del 11-M para refutar que exista un vínculo entre la masacre de Madrid y el terrorismo etarra o que, más allá de relaciones personales carcelarias, haya alguna colaboración operativa entre ambos.

El titular de Interior se esforzó por convencer a los populares de que la relación es difícil, ya que ETA es una organización de "tipo marxista revolucionario", por lo que intentar hacer esa conexión es "una tesis extravagante a la luz de los hechos fríos y racionales". Del Burgo insistió en que miembros de ETA se habían entrenado con misiles en Afganistán en campos controlados por los Talibán. Omitía que esta tendencia ultrarreligiosa se hizo con el poder en ese país tras una guerra civil entre las facciones islamistas que, previamente, habían expulsado a los soviéticos del país. Y que todas las partes, menos quienes apoyaron al Gobierno prosoviético, repudian y combaten el marxismo revolucionario.

Todos los servicios de inteligencia españoles han dicho que no hay ni un solo dato de eso y así consta en los documentos enviados a la comisión del 11-M. Pero, para el diputado popular, una prueba de que esto pudo ser así está en el hallazgo de dos misiles Sam-7 tierra-aire en los zulos etarras descubiertos durante la operación que llevó a la captura del jefe de ETA, Mikel Antza.

Del Burgo, no obstante, esbozó una nueva teoría. Citó un informe del CNI, del pasado noviembre, según el cual Allekema Lamari, uno de los suicidas de Leganés, estaba preparando un atentado con una furgoneta bomba. Dijo que esa furgoneta podía ser la que la Guardia Civil interceptó en Cañaveras (Cuenca) y en la que un miembro de ETA transportaba una bomba ya montada con casi 600 kilos de explosivos. Y luego dijo que ya en septiembre de 2001, el terrorista José Luis Urrusolo Sistiaga había recibido una carta del preso francés Ismael Targui (condenado por tráfico de heroína), en la que se hablaba de la llamada operación Sable-Samurai e ironizaba sobre el que una posible colaboración entre ambos "no incluyera el préstamo de un terrorista suicida". Todo para concluir, que quizás Lamari organizó el viaje de la furgoneta para que, finalmente, los islamistas pusieran el suicida cuando el vehículo llegara a Madrid.

Alonso volvió a insistir en los informes policiales sobre la inexistencia de esa relación (que el popular rechaza) para sentenciar: "Aquí, la jugada en términos políticos es muy sencilla. O se confía en las instituciones del Estado democrático de derecho, en la policía, la Guardia Civil, en los fiscales y los jueces, o no se confía". A su juicio, "ya ha llegado el momento de desterrar esa tesis" del vinculo 11-M y ETA.

Pero Del Burgo insistió e incluso vinculó el futuro político de Alonso a que ese vínculo no aparezca. "Descartar que ETA no aparezca por algún lado me parece temerario, como aquella frase famosa del expresidente del Gobierno Felipe González de que nunca habrá pruebas que vinculen al Estado con los GAL", dijo del Burgo. Para este diputado, si esa relación acaba saliendo, "José Luis Rodríguez Zapatero tendrá pesadillas en La Moncloa y el futuro político del señor ministro quedará comprometido". Alonso, tras escuchar del PP que "nunca" ha dicho que hubo participación de ETA en el 11-M, le contestó que la relación no existe "a la luz de los hechos fríos, objetivos y racionales".