Faltas de ortografía

Hace una semana compré los típicos cereales para desayunar; "bolitas de maíz con miel" se llamaban, con la garantía de calidad del establecimiento. Como es frecuente en este tipo de productos, detrás viene una especie de juego para niños; se trata de dibujar a Piolín, el conocido personaje.

Desayunando, me puse a leer la instrucciones y no pude hacer otra cosa que llevarme las manos a la cabeza. Un total de ciento quince palabras explican cómo se ha de dibujar a Piolín. Pues bien, en ciento quince palabras hay once mal escritas. Once faltas de ortografía; faltas como "lineas", "esta" (d...

Hace una semana compré los típicos cereales para desayunar; "bolitas de maíz con miel" se llamaban, con la garantía de calidad del establecimiento. Como es frecuente en este tipo de productos, detrás viene una especie de juego para niños; se trata de dibujar a Piolín, el conocido personaje.

Desayunando, me puse a leer la instrucciones y no pude hacer otra cosa que llevarme las manos a la cabeza. Un total de ciento quince palabras explican cómo se ha de dibujar a Piolín. Pues bien, en ciento quince palabras hay once mal escritas. Once faltas de ortografía; faltas como "lineas", "esta" (del verbo estar), "habras" (del verbo haber), "facil", "alcanzen" (del verbo alcanzar)...

Todo esto sin tener en cuenta todas las veces que la palabra Piolín aparece sin acentuar (debe acentuarse ya que es el nombre español del susodicho canario) ni las veces que aparecen oraciones exclamativas con signos de admiración únicamente al final de las mismas (una costumbre importada del inglés). Inadmisible me parece que haya este tipo de errores ya de por sí, y más aún si el asunto en cuestión se dirige a los niños. El empeño por la correcta utilización del castellano debe existir en todas las esferas, y en aquellas donde la educación de los niños está en juego, más aún. Para terminar: el juego se llama "Looney Tunes, school of drawing", como si en castellano no se pudiera decir "escuela de dibujo".