El PSOE reclama un plan para descontaminar y regenerar Valdemingómez

La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez, pidió ayer al PP un plan para "mejorar la calidad de vida en Valdemingómez", ya que los vertederos que hay en esta zona dañan gravemente la salud de sus habitantes. "La esperanza de vida en Valdemingómez es ocho años menos que en el resto de la ciudad", según Jiménez, que solicitó al gobierno municipal que ponga freno a la concentración de vertederos en el sur de Madrid. Asimismo propone cubrir las plantas de compostaje e instalar filtros para combatir los malos olores que sufren los vecinos.

La lista de molestias que ...

La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez, pidió ayer al PP un plan para "mejorar la calidad de vida en Valdemingómez", ya que los vertederos que hay en esta zona dañan gravemente la salud de sus habitantes. "La esperanza de vida en Valdemingómez es ocho años menos que en el resto de la ciudad", según Jiménez, que solicitó al gobierno municipal que ponga freno a la concentración de vertederos en el sur de Madrid. Asimismo propone cubrir las plantas de compostaje e instalar filtros para combatir los malos olores que sufren los vecinos.

La lista de molestias que sufren los vecinos de Valdemingómez es casi interminable: cada día unos 4.000 camiones atraviesen esta zona para llevar todas las basuras de la capital a las incineradoras y plantas de compostaje; el mal olor es constante e insoportable; parte de la población no dispone de luz o agua corriente, y la contaminación, causada por sustancias tóxicas como dioxinas y furanos, constituye un gran riesgo.

"No podemos admitir que una parte de la población siga viviendo en esas circunstancias", afirmó Jiménez durante su visita a la zona. Según ella, alrededor de medio millón de personas viven en los alrededores de los vertederos y, como consecuencia de ello, sufren en mayor o menor medida los efectos de las emisiones tóxicas. Por eso, la concejal socialista exigió al gobierno municipal, que preside Alberto Ruiz-Gallardón, la puesta en marcha de un plan de descontaminación. Propuso cubrir las tres plantas de compostaje que causan el mal olor e instalar filtros. Así se disminuirá la emisión de sustancias tóxicas también. Considera que eso costaría seis millones de euros, una cifra que le parece elevada, pero que "vale la pena hacerlo bien", afirmó.

También pidió que no se construyan nuevos vertederos en el sur de Madrid para acabar con la concentración de ese tipo de instalaciones. En este momento se encuentra en proyecto la construcción de tres plantas de biometanización.

Valdemingómez cuenta con 13 vertederos, escombreras y plantas de compostaje. Además existen vertederos incontrolados donde son arrojados todo tipo de desechos de forma ilegal, según la portavoz del equipo socialista.

Jiménez reprocha al gobierno municipal que muestre "pasividad" respecto a la situación de Valdemingómez. "El alcalde Gallardón ha dicho hace un año y medio que se iban a plantar unos 60.000 árboles para construir así el Parque Forestal de Valdemin-gómez, pero hasta ahora no ha sido plantado ni uno. En lugar de un parque sigue siendo una cloaca." Como otro ejemplo de esa "pasividad" señaló la peligrosidad de la Cañada Real Galiana, una carretera de seis kilómetros que atraviesa Valdemingómez y donde han muerto dos jóvenes en los últimos dos años. "Aunque el gobierno municipal ha dicho que se terminará de arreglar esta carretera en mayo 2003, todavía no está bien. Sigue siendo muy peligrosa", dijo.

Los vecinos, por su parte, se quejan de estar olvidados por el Ayuntamiento. "La vida es muy dura aquí", dijo Juan, uno de los vecinos que viven en casas construidas sin licencia al lado de la Cañada Real Galiana. "Vivo con mi mujer y mis cuatro hijos. No tenemos agua corriente, el correo no llega y nadie recoge la basura", aseguró

Juan, igual que muchos otros vecinos, toma la energía eléctrica ilegalmente de la red pública de alta tensión. "Sí, tenemos luz", dice, señalando unos cables negros por el suelo, "pero cuando llueve, se queman". "La única razón por la que vivo aquí es que no quiero vivir en la calle", agregó.