Miedo, dolor y soledad
La edición de Salvar a los niños soldados. La historia del misionero Chema Caballero en Sierra Leona (Debate), de Gervasio Sánchez, coincide con una exposición que este fotoperiodista tiene en Zaragoza junto con el artista plástico Ricardo Calero. Se trata de un libro en el que Sánchez cuenta el trabajo de este misionero y retrata la crítica y triste situación del país más pobre del mundo, según la ONU, en guerra desde hace una década. Ese retrato lo forman sobre todo las voces de algunos de los 3.000 niños y niñas soldados que intenta devolver a una vida normal el misionero.
Una...
La edición de Salvar a los niños soldados. La historia del misionero Chema Caballero en Sierra Leona (Debate), de Gervasio Sánchez, coincide con una exposición que este fotoperiodista tiene en Zaragoza junto con el artista plástico Ricardo Calero. Se trata de un libro en el que Sánchez cuenta el trabajo de este misionero y retrata la crítica y triste situación del país más pobre del mundo, según la ONU, en guerra desde hace una década. Ese retrato lo forman sobre todo las voces de algunos de los 3.000 niños y niñas soldados que intenta devolver a una vida normal el misionero.
Una filosofía que se refleja en la exposición Latidos del tiempo. La asociación del pensamiento débil y la acomodación de las conciencias al mundo del consumo, reclamando el bienestar como meta social, han ido alejando a intelectuales y artistas del compromiso con la reivindicación de conseguir un mundo más justo. Por eso llama la atención la asociación de Sánchez (Córdoba, 1959) y Calero (Villanueva del Arzobispo, Jaén, 1955), para realizar una exposición cuyo sentido no es mostrar sus obras sino llamar la atención, a través de ellas, sobre algunas consecuencias de aquellas injusticias que generan miedo, dolor, soledad, crueldad y muerte cuando el poder es ejercido con la violencia de las armas.
Gervasio Sánchez ha selec-
cionado algunas imágenes muy expresivas de su archivo que presenta con la calidad técnica y los recursos expositivos de cualquier muestra de fotografía histórica. Por su parte, Calero ha elaborado unas obras que dialogan o se superponen con las imágenes fotográficas, extremando la sensibilidad poética de ellas, jugando con elementos reconocibles en anteriores obras suyas. Completa el montaje expositivo, que tiene instalaciones y videoproyecciones, unos breves textos encargados a 13 intelectuales de diferentes áreas de conocimiento que reflexionan sobre los temas de la exposición. Sin embargo, el mensaje de Sánchez y Calero parece poco consistente desde el plano político, ya que se recrea en mostrar imágenes que poseen un indudable impacto sentimental pero no insinúan las causas de la injusticia que reflejan, refugiándose en el pensamiento políticamente correcto.