MATANZA EN UNA VIVIENDA DE VALDEZARZA

Detenidos dos hombres por el asesinato de una pareja y su hija de nueve meses

La policía sospecha que el móvil fue apoderarse de un pequeño alijo de droga

El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a dos hombres supuestamente implicados -uno como presunto autor y otro como sospechoso de complicidad- en el asesinato a cuchilladas de una joven pareja de 17 años y de su hija de nueve meses. El triple crimen se produjo el pasado 5 de noviembre en la casa de las víctimas, situada en la calle de Sánchez Preciado, en el barrio de Valdezarza, en Madrid.

El supuesto autor del triple homicidio, David R. V., El Paleta, de 25 años, fue capturado el pasado sábado en Torrevieja (Alicante), mientras que el supuesto cómplice, Francisco Javier P. G....

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El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a dos hombres supuestamente implicados -uno como presunto autor y otro como sospechoso de complicidad- en el asesinato a cuchilladas de una joven pareja de 17 años y de su hija de nueve meses. El triple crimen se produjo el pasado 5 de noviembre en la casa de las víctimas, situada en la calle de Sánchez Preciado, en el barrio de Valdezarza, en Madrid.

El supuesto autor del triple homicidio, David R. V., El Paleta, de 25 años, fue capturado el pasado sábado en Torrevieja (Alicante), mientras que el supuesto cómplice, Francisco Javier P. G., El Patata, de 27 años, lo fue en su casa del barrio de Valdezarza, según fuentes de la investigación. El móvil del asesinato habría sido el robo de una pequeña cantidad de droga que el agresor creía que el cabeza de familia asesinado guardaba en un zulo (agujero) existente en una pared de su vivienda.

El presunto autor asaltó la vivienda para hacerse con un pequeño alijo de heroína y cocaína
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Amalio M. V. y Ada F. F., ambos de 17 años, y su hija, Nerea, fueron asesinados en su vivienda del número 33 de la calle de Sánchez Preciado, una casita baja con un patio. Amalio murió de una puñalada en el esternón que le alcanzó el corazón. La policía halló junto a su cadáver restos de un ladrillo roto con el que inútilmente intentó defenderse de su agresor. Su mujer, Ada, recibió cinco cuchilladas (cuatro de ellas en la espalda y la quinta en una pierna, lo que produjo una hemorragia letal). La pequeña Nerea falleció de dos puñaladas en el tórax.

Las sospechas iniciales apuntaron a un posible ajuste de cuentas o una venganza. Sin embargo, Pilar Heredia, miembro de la asociación gitana Yerbabuena, candidata del PSOE en las últimas elecciones autonómicas y generales, que hizo de portavoz de la familia de las víctimas, declaró entonces: "Siempre que se trata de gitanos, se empieza a hablar de drogas y de ajustes de cuentas. Y eso son especulaciones que nos hacen muchísimo daño al pueblo gitano. Aquí no ha habido nada de eso. Lo que ha habido es el asesinato de tres menores". Además, aseguró que la familia de los fallecidos no iba a aplicar la ley gitana "porque la ley de los gitanos es la misma que la de todos los demás: la Constitución y la democracia".

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Las pesquisas realizadas hasta ahora parecen dar la razón a la familia de las víctimas: los supuestos implicados en el triple crimen son payos, y el móvil del mismo fue apoderarse de un poco de droga, según fuentes policiales.Desde el inicio de las pesquisas, el Grupo V de Homicidios de la Brigada Judicial de Madrid tuvo la sospecha de que las drogas podrían ser el telón de fondo del crimen. "Esto no es un ajuste de cuentas. A Amalio y Ada los han matado unos ladrones que querían robarles lo que tuvieran", dijeron sus familiares el mismo día del crimen. Pero los asesinos dejaron olvidados los 1.085 euros en metálico que había en la casa, de lo que parecía deducirse que no era dinero lo que buscaban los ladrones. Los familiares de las víctimas se mostraron convencidos de que los homicidas eran payos, alegando que "un gitano jamás mata a un bebé".

Los policías no ignoraban que el padre de Amalio, apodado El Titi, había sido detenido en 25 ocasiones, la mayoría de ellas por su presunta implicación en tráfico de drogas. Pero, además de eso, los agentes investigaron si la matanza tenía relación con una posible venganza contra Amalio porque supuestamente disparó a dos hombres, el 12 de octubre de 2003, en la calle de Ofelia Nieto (Tetuán) con una escopeta de postas. Entonces, Emilio M. B., de 29 años, resultó herido en el abdomen y en una pierna, mientras que E. O. S., de 18 años, recibió otro tiro que le causó heridas leves. Emilio, en cuyo historial figuran antecedentes por tráfico de drogas y homicidio, ingresó en el hospital La Paz con pronóstico grave.

Sospechosos descartados

¿Tendría relación aquel viejo incidente armado con la matanza de ahora? La policía ha comprobado fehacientemente que ninguno de los dos heridos en aquel tiroteo podía haber sido el autor del triple asesinato. Así que, una vez descartada esta hipótesis, los investigadores empezaron a barajar otras, contando con la colaboración plena de la familia de las víctimas, según recalcan fuentes policiales.

Hace unos días, un ciudadano comunicó a la policía que un hombre residente en las proximidades de la casa de la pareja asesinada se había trasladado desde Madrid a Torrevieja (Alicante) para intentar superar el nerviosismo que padecía. La madre de este hombre -un albañil apodado El Paleta- había comentado a su capataz que su hijo estaba muy alterado, sin saber por qué, desde que una noche volvió a casa con manchas de sangre. Ante eso, el capataz ofreció a su subordinado que fuera a pasar unos días a su chalé de Torrevieja para tranquilizarse.

A partir de esa pista, los agentes de Homicidios averiguaron que El Paleta conocía al difunto Amalio y que, incluso, había hecho en casa de éste algunas obras, entre ellas un zulo o agujero destinado a guardar cosas de forma subrepticia. Además, los agentes comprobaron que el albañil había tenido algún tropiezo con la justicia al ser considerado autor de algún robo.

Los policías llegaron a la sospecha de que El Paleta podía estar relacionado con el triple crimen y estrecharon el cerco hasta localizarle la tarde del pasado sábado en una vivienda de lujo de Cabo Cervera, una urbanización próxima al mar, en la localidad alicantina de Torrevieja. De inmediato procedieron a detenerlo.

Las pesquisas condujeron también hasta Francisco Javier P. G., El Patata, también residente en una vivienda del distrito de Tetuán, próxima a la casa donde vivían la pareja asesinada y su bebé. El Patata fue arrestado en la tarde del pasado sábado en su casa de Madrid, acusado de supuesta complicidad.

El Paleta, así apodado por trabajar de albañil, es el supuesto autor material del triple homicidio. La policía cree que este hombre decidió asaltar la casa de Amalio para apoderarse de un pequeño alijo de heroína y cocaína. Llamó a la vivienda y, cuando el joven salió a abrirle, le asestó una puñalada mortal. En su furia homicida, acuchilló a continuación a Ada e hizo lo mismo con la pequeña Nerea. La policía no ha aclarado aún si el supuesto criminal se adueñó de la droga que creía que el fallecido Amalio escondía en un zulo.

Tras la carnicería, El Paleta salió a la calle y subió a un coche en el que supuestamente le esperaba El Patata, cuyo grado de implicación todavía está por aclarar. El automóvil usado por los dos sospechosos del triple homicidio fue encontrado, el pasado sábado, por la dotación de un coche patrulla. El vehículo, que estaba abandonado en una calle madrileña, tenía manchas de sangre que la policía está analizando para determinar si corresponden a alguna de las víctimas del crimen o de los sospechosos de estar implicados en él.

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