Columna

Localismos

La polémica que se ha generado en Málaga y, en menor medida, en Jaén, tras la presentación de los presupuestos andaluces para 2005 tiene mucho de localismo y muy poco de discurso vertebrador de la comunidad autónoma. El consejero de Turismo, Paulino Plata, y el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Marcos, cometieron un error y posiblemente no fue el de inflar el presupuesto consignando como inversiones partidas que podrían considerarse gastos. El error de Plata y Marcos fue abrir de nuevo el cajón de una práctica que está enquistada en la política: la del agravio comparativo. El ...

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La polémica que se ha generado en Málaga y, en menor medida, en Jaén, tras la presentación de los presupuestos andaluces para 2005 tiene mucho de localismo y muy poco de discurso vertebrador de la comunidad autónoma. El consejero de Turismo, Paulino Plata, y el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Marcos, cometieron un error y posiblemente no fue el de inflar el presupuesto consignando como inversiones partidas que podrían considerarse gastos. El error de Plata y Marcos fue abrir de nuevo el cajón de una práctica que está enquistada en la política: la del agravio comparativo. El argumento de la inversión por habitante; del Museo Picasso en cada capital de provincia y de un Metro con los mismos kilómetros en cada ciudad, no es la solución. Eso sería como decir que la autovía entre Córdoba y Málaga sólo permitirá en el futuro el tránsito de cordobeses y malagueños.

Los dirigentes deberían esforzarse en hacer más pedagogía política. Lo importante no es comparar las inversiones por provincia, sino que los ciudadanos tengan la certeza de que sus gobernantes ofrecen respuestas para solucionar los problemas que más les afectan en su provincia.

Las infraestructuras son una forma de anular los localismos. Como lo es la educación y la cultura. Y un responsable político debe configurar su acción de gobierno con el claro objetivo de romper los desequilibrios territoriales. Por ello es esencial que los presupuestos de una comunidad autónoma buceen en las carencias de una sociedad y se doten de grandes cifras para actuaciones globales. No en un mero desglose de proyectos por provincias y pueblos que termina irremediablemente por provocar agravios entre localidades.

Tras la autovía del 92, seguramente la apuesta más importante que acometerá la Junta de Andalucía para vertebrar la comunidad autónoma sea la de aprovechar las conexiones del AVE desde Córdoba con Málaga y Sevilla. Para tejer, desde allí, una red ferroviaria de altas prestaciones que conectará las diez principales ciudades andaluzas. Según el proyecto, el recorrido del eje más transversal, entre Almería y Huelva, se reducirá a menos de cuatro horas. Algunas inversiones para este proyecto figuran en los presupuestos y afortunadamente no están provincializadas.

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