Segundo plante en dos años

Si el parto del hospital de Torrevieja está siendo largo y dificultoso, su gestación tampoco fue nada fácil. Desde que la Generalitat hizo pública su decisión de aplicar en Torrevieja el mismo modelo sanitario de La Ribera las grandes compañías sanitarias privadas, españolas o extranjeras, como United Surgical Partners (UPS), engrasaron su maquinaria para definir sus posibilidades y optar al concurso diseñado por la Consejería de Sanidad.

Durante el proceso de consultas y el diseño del modelo, se desmarcó la aseguradora alemana DKV, filial del mayor grupo europeo de medicina privada. La...

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Si el parto del hospital de Torrevieja está siendo largo y dificultoso, su gestación tampoco fue nada fácil. Desde que la Generalitat hizo pública su decisión de aplicar en Torrevieja el mismo modelo sanitario de La Ribera las grandes compañías sanitarias privadas, españolas o extranjeras, como United Surgical Partners (UPS), engrasaron su maquinaria para definir sus posibilidades y optar al concurso diseñado por la Consejería de Sanidad.

Durante el proceso de consultas y el diseño del modelo, se desmarcó la aseguradora alemana DKV, filial del mayor grupo europeo de medicina privada. La firme apuesta de este grupo, de solidez contrastada en el sector, suponía un importante respaldo al modelo impulsado en 1999 por el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, de ceder la gestión de hospitales a empresas privadas. "Es un sistema valiente", apuntó entonces un alto ejecutivo alemán.

Escasas 48 horas antes del plazo de presentación de las ofertas saltó la sorpresa. El 21 de enero DKV anunciaba que renunciaba a hacerse cargo de la gestión del hospital de Torrevieja. Oficialmente, alegó falta de tiempo para "madurar con todos los posibles socios un proyecto a largo plazo". En el trasfondo, se encontraban las presiones recibidas por los representantes de la Generalitat en las cajas de ahorros. El Consell quería controlar el proyecto a través de las cajas y evitar la situación de Alzira donde entendía que la mayoría accionarial de Adeslas provocaba que "capitalizara en solitario el reconocimiento público de los procedimientos clínicos desarrollados en el hospital", según señalaron desde las cajas. DKV quería asegurarse el control. Pretendía hacer del hospital de Torrevieja un espejo de la gestión del grupo y no estaba dispuesto a quedar en manos de unos socios a quienes no podía controlar.

El plante puso en peligro la viabilidad del proyecto. Rápidamente, Sanidad se puso a buscar socios y finalmente, en una operación contra el reloj, Bancaja y la CAM (40%), diseñaron una alianza junto a Asisa, la Clínica Benidorm, el hospital San Jaime de Torrevieja , la constructora Necso y Enrique Ortiz . Fuentes consultadas imputan a esta gestación "forzada" las dificultades por las que atraviesa el proyecto que afronta un segundo plante, esta vez de la firma encargada de consturir la obra civil, el segundo en menos de dos años.

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