Medio centenar de heridos en Barcelona al tomar una vía errónea un convoy de metro

Cincuenta personas resultaron heridas ayer de diversa consideración como consecuencia de la colisión de dos convoyes de metro en Barcelona por un error en el sistema de agujas de las vías. Fuentes municipales explicaron que ninguno de los heridos presentaba heridas de gravedad, a excepción del conductor de uno de los convoyes, que quedó atrapado durante cinco horas en un amasijo de hierros. Del medio centenar de heridos, 13 fueron atendidos en el lugar del accidente y 36 recibieron asistencia en diversos hospitales. El centro de control autorizó a uno de los trenes a salir de la estación con e...

Cincuenta personas resultaron heridas ayer de diversa consideración como consecuencia de la colisión de dos convoyes de metro en Barcelona por un error en el sistema de agujas de las vías. Fuentes municipales explicaron que ninguno de los heridos presentaba heridas de gravedad, a excepción del conductor de uno de los convoyes, que quedó atrapado durante cinco horas en un amasijo de hierros. Del medio centenar de heridos, 13 fueron atendidos en el lugar del accidente y 36 recibieron asistencia en diversos hospitales. El centro de control autorizó a uno de los trenes a salir de la estación con el semáforo en rojo.

El accidente se produjo a las 13.26 en la línea 3 del metro, en la zona alta de Barcelona, cuando un convoy procedente de la estación de Penitents que se dirigía a la de Vall d'Hebron se desvió de su recorrido y entró en una vía de servicio que accede a unas cocheras. Un empleado del metro barcelonés explicó que el convoy que partía de la estación de Penitents fue autorizado por el centro de control a salir de la estación con el semáforo en rojo. Tras recorrer apenas unos cien metros, el convoy colisionó con otro tren que se encontraba parado y sin conductor en esa vía, según la empresa Transportes Metropolitanos de Barcelona, que declinó pronunciarse sobre las causas del accidente. Sin embargo, fuentes hospitalarias explicaron que atendieron al conductor del convoy de metro que estaba parado y vacío cuando se produjo la colisión, informa Adrián Foncillas.

A consecuencia del impacto, 50 personas resultaron heridas de diversa consideración, aunque quien resultó peor parado fue Pedro F., de 57 años, el conductor del convoy en el que viajaba un centenar de pasajeros. Aproximadamente la mitad de ellos pudieron salir por su propio pie debido a que la zona en la que se produjo la colisión es un falso túnel donde entra la luz natural, lo que evitó que se produjeran escenas de pánico entre los afectados.

Al margen del conductor, otras 49 personas resultaron heridas de diversa consideración. Trece de ellas fueron atendidas por los servicios sanitarios del 061 en el lugar del accidente y otras 36 fueron ingresadas en diversos centros sanitarios. En el hospital de Vall d'Hebron, situado a escasos metros del accidente, ingresaron un total de 26 heridos, cinco de ellos niños de entre seis meses y 11 años. Todos fueron tratados en el servicio de traumatología, sobre todo de contusiones y latigazos cervicales, y se les dio de alta horas después.

Otros siete heridos fueron trasladados al hospital de la Esperanza y tres más al de Sant Pau. El resto de heridos, que también fueron dados de alta durante la tarde, presentaban traumatismos craneoncefálicos sin pérdidas de conciencia y fracturas de tobillos y costillas.

El conductor del metro en el que viajaban los pasajeros fue rescatado al cabo de cinco horas por los Bomberos de Barcelona con fracturas en las dos piernas.

El alcalde de la ciudad, Joan Clos, permaneció en el lugar de la colisión desde que tuvo conocimiento del accidente hasta que se produjo el rescate, acompañado del primer teniente de alcalde, Xavier Casas. Una treintena de personas, entre agentes de la Guardia Urbana, el Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d'Esquadra se trasladaron al lugar del accidente, además de 14 ambulancias y unidades móviles del servicio de emergencia sanitario.

Consciente pero sedado

Veinticinco bomberos se emplearon a fondo para poder rescatar al conductor, con equipos de sierras eléctricas, soldadores y otra maquinaria. Pedro F. estuvo consciente durante las cinco horas en que tardaron en rescatarle. Los médicos que le atendieron, mientras los bomberos luchaban contra el amasijo de hierros, le dieron sedantes y le sondaron. Anoche iba a ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital Vall d'Hebron, dada la gravedad de las lesiones.

Inmediatamente después del rescate, otro equipo de 12 bomberos inició las tareas de desescombro y limpieza de la zona del siniestro. El accidente no impidió que funcionase el servicio de metro de la línea 3, que atraviesa Barcelona de una punta a otra de la zona alta tras pasar por el puerto. En la mayoría de estaciones continuaron pasando convoyes y en la zona afectada se habilitó un servicio alternativo de autobuses.