La lista de espera quirúrgica se incrementa en nueve días

Los 40.433 madrileños que aguardaban cita para ser intervenidos quirúrgicamente en la sanidad pública el pasado 30 de septiembre tendrán que soportar una espera media de 55 días para entrar en quirófano. Esta cifra supera en nueve días los 46 del pasado 30 de junio, y es casi el doble de los 30 días de espera máxima que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, prometió alcanzar en noviembre de 2005 con el compromiso de dimitir si no lo conseguía.

Pero estos datos no desaniman al consejero de Sanidad, Manuel Lamela, que ayer se mostró confiado en alcanzar el reto. "El objetivo que tene...

Los 40.433 madrileños que aguardaban cita para ser intervenidos quirúrgicamente en la sanidad pública el pasado 30 de septiembre tendrán que soportar una espera media de 55 días para entrar en quirófano. Esta cifra supera en nueve días los 46 del pasado 30 de junio, y es casi el doble de los 30 días de espera máxima que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, prometió alcanzar en noviembre de 2005 con el compromiso de dimitir si no lo conseguía.

Pero estos datos no desaniman al consejero de Sanidad, Manuel Lamela, que ayer se mostró confiado en alcanzar el reto. "El objetivo que tenemos por delante es ambicioso y difícil. Jamás una Administración pública se ha comprometido a tanto. Pero el Plan de Reducción de Listas de Espera está dando sus frutos y estamos convencidos de que lo cumpliremos", manifestó Lamela.

El consejero expuso sus datos y los interpretó de manera favorable."La espera media siempre sube en los meses de verano y este año lo ha hecho en menor medida que en 2003", afirmó el consejero de Sanidad. Entre julio y septiembre de 2003, la espera media en la sanidad pública aumentó en 16 días, mientras que en el mismo trimestre de este año el aumento ha sido sólo de nueve. Además, prosiguió Lamela, los hospitales públicos han operado entre julio y septiembre de 2004 a 40.583 pacientes, 9.139 más que en el mismo periodo del año pasado, un 33% más.

Lamela destacó: "Hemos logrado aumentar un 24% la capacidad de los hospitales públicos para intervenir a pacientes, lo que nos permite mantener una tendencia descendente en la espera media, pese a aumentos estacionales, aunque cada vez es mayor el número de personas a operar".

Entre el 1 de abril y el 30 de septiembre de 2003 fueron 103.000 los madrileños que entraron en lista de espera quirúrgica; en el mismo periodo de este año la cifra ha aumentado un 15% hasta los 118.000 enfermos. El optimisto de Lamela se justifica, según sus palabras, en que, a pesar de que cada vez son más los madrileños que necesitan operarse, la capacidad de los hospitales crece aún. Esta situación, adecuadamente apoyada por la derivación de pacientes a centros privados concertados, permitirá al Gobierno regional cumplir su promesa.

Un total de 37.600 pacientes serán intervenidos en clínicas privadas, lo que costará a la sanidad pública 26 millones, cifra "muy similar a la de los años anteriores". Lamela destacó que si los hospitales están logrando operar a mucha más gente es gracias al Plan de Reducción de Listas de Espera y a los acuerdos alcanzados con los sindicatos. Este acuerdo contempla que los cirujanos también operen por la tarde e, incluso, los sábados y vacaciones, como el pasado verano. "Tenemos que agradecer a todos los profesionales de la sanidad pública el esfuerzo que están realizando, que está permitiendo ofrecer cada vez un mejor servicio", añadió Lamela.

Investigación abierta

El consejero destacó el reciente acuerdo alcanzado con los sindicatos para establecer la retribución por el aumento de la productividad de los profesionales y centros sanitarios. Sanidad también anunció ayer que, en unas semanas, todos los pacientes que aguarden para ser operados recibirán una carta con un número de identificación personal que les permitirá conocer por Internet o teléfono la situación de su intervención.

Respecto a la existencia de listas de espera cerradas para pruebas diagnósticas y citas con los médicos especialistas, Lamela señaló que "la investigación sigue abierta" y se comprometió a informar de sus resultados cuando ésta concluya. Pese a ello, Lamela descartó que las listas cerradas puedan sean un fenómeno generalizado "utilizado por los centros sanitarios para mejorar sus estadísticas", y lo atribuyó más bien a "errores informáticos que se solventarán tan pronto como sean identificados".