El delegado del Gobierno en Euskadi propone un acuerdo contra ETA fuera del Pacto

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, se mostró ayer partidario de buscar un consenso contra ETA que incluya también a los partidos nacionalistas en un foro distinto al Pacto Antiterrorista que suscribieron y mantienen el PSOE y el PP desde 2000. De esta forma trataba de encauzar en la práctica la llamada a la unidad de todos los partidos que realizó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para emprender la última batalla contra ETA.

Luesma manifestó en una entrevista en Radio Euskadi su convencimiento de que hay que explorar las posibilidades de l...

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, se mostró ayer partidario de buscar un consenso contra ETA que incluya también a los partidos nacionalistas en un foro distinto al Pacto Antiterrorista que suscribieron y mantienen el PSOE y el PP desde 2000. De esta forma trataba de encauzar en la práctica la llamada a la unidad de todos los partidos que realizó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para emprender la última batalla contra ETA.

Luesma manifestó en una entrevista en Radio Euskadi su convencimiento de que hay que explorar las posibilidades de lograr un acuerdo con los nacionalistas para acabar con ETA. Especialmente, tras reconocer que compartía el diagnóstico del presidente del PNV, Josu Jon Imaz, según el cual tras la detención de la cúpula etarra no se dan las condiciones para que la banda se pueda reconstruir, como ha sucedido en tantas ocasiones anteriores. Pero admitió a continuación que la ampliación de la unidad de los demócratas contra ETA se debe llevar a cabo en un foro distinto al Pacto Antiterrorista, que, según recalcó, "ha funcionado bien, ha dado sus resultados y no tiene por qué cambiar".

La voluntad de mantener el Pacto Antiterrorista ha sido expresada reiteradamente por socialistas y populares. El dirigente del PP vasco Carmelo Barrio reiteró ayer que "el que quiera sumarse que se sume". PNV y EA, citados expresamente en el preámbulo, que critica su abandono del Pacto de Ajuria Enea para "poner un precio político" al final de ETA, siempre han sostenido que el texto, más que una negación de la violencia etarra, es una condena del nacionalismo. Luesma reiteró que el Pacto Antiterrorista "no va contra el nacionalismo, sino contra ETA y sus aledaños" e insistió en la necesidad de intentar acuerdos en "otros foros", sin precisar cuáles.

Luesma descartó que el Gobierno contemple el endurecimiento de las condiciones para que los presos de ETA puedan acceder a la reinserción, algo que se le ha atribuido en algunos medios.