La plata, en peligro
El boom de las cámaras digitales está haciendo temblar el mercado internacional de la plata. Históricamente este metal precioso se ha usado para elaborar la emulsión que recubre las películas fotográficas (los conocidos rollos de fotos). Debido al auge de los soportes digitales, el empleo de este metal en la fotografía se está quedando reducido a la mínima expresión. Los dispositivos digitales sólo utilizan este componente para recubrir el papel fotográfico con el objetivo de obtener una mejor calidad en las impresiones.
Los mercados se han puesto nerviosos al ver peligrar el sec...
El boom de las cámaras digitales está haciendo temblar el mercado internacional de la plata. Históricamente este metal precioso se ha usado para elaborar la emulsión que recubre las películas fotográficas (los conocidos rollos de fotos). Debido al auge de los soportes digitales, el empleo de este metal en la fotografía se está quedando reducido a la mínima expresión. Los dispositivos digitales sólo utilizan este componente para recubrir el papel fotográfico con el objetivo de obtener una mejor calidad en las impresiones.
Los mercados se han puesto nerviosos al ver peligrar el sector. Y es que nada menos que el 25% de la demanda mundial -que desde 1999, año de la entrada masiva del mundo digital en casas y empresas, ha caído continuamente este metal, la absorbe el sector fotográfico, según datos de la empresa de estudios minerales GFMS citados por la agencia Reuters. "A todo esto se une una vorágine especuladora, muy similar a la que está sufriendo el oro, y una caída de la producción", explica José Luis Martínez, economista jefe de Citigroup.
La plata ha tenido un comportamiento parejo al del oro en los últimos meses. Ha sufrido una gran volatilidad, que no le ha impedido alcanzar precios no vistos desde 1987 al cotizarse la onza un poco por debajo de 8,50 dólares (6,91 euros), acorde con Reuters. Una situación de inestabilidad que se agudizó hace pocas semanas al conocerse que la compañía belga Agfa-Gevaert vendía su fábrica de película tradicional (Consumer Imaging) por 175,5 millones de euros. El descenso también se ha hecho sentir en el mercado español.
Según Kodak, las ventas de película en España para 2004 se reducirán un 15%, hasta alcanzar los 47 millones. El mundo digital se abre paso.