El PP quiere que la ponencia de víctimas se convierta en permanente

La ponencia de víctimas del terrorismo no pudo avanzar ayer en su trabajo, al pedir los socialistas una semana más de tiempo para presentar sus propuestas, con notable enfado del presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Iñigo Urkullu. Ante este aplazamiento, el tripartito, que llevaba sus propuestas, no las repartió a los demás grupos.

Oficialmente, y según explicó en los pasillos de la Cámara su portavoz, Rodolfo Ares, la prórroga se debería al deseo de entrevistarse aún con algunas víctimas. Sin embargo, el enfado que mostró en el pleno de política general el secretario general ...

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La ponencia de víctimas del terrorismo no pudo avanzar ayer en su trabajo, al pedir los socialistas una semana más de tiempo para presentar sus propuestas, con notable enfado del presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Iñigo Urkullu. Ante este aplazamiento, el tripartito, que llevaba sus propuestas, no las repartió a los demás grupos.

Oficialmente, y según explicó en los pasillos de la Cámara su portavoz, Rodolfo Ares, la prórroga se debería al deseo de entrevistarse aún con algunas víctimas. Sin embargo, el enfado que mostró en el pleno de política general el secretario general y candidato a lehendakari del PSE, Patxi López, al recriminar a Ibarretxe por no haber cumplido los compromisos adoptados por unanimidad hace un año, puede también estar detrás de esta dilación.

Ante la casi segura imposibilidad de que los ponentes logren elevar un dictamen consensuado a la Comisión, el PP tiene previsto proponer que la ponencia se convierta en permanente y se instituya en la interlocución del Parlamento para con las víctimas de ETA, a las que seguiría recibiendo y escuchando, según explicaron a este periódico fuentes del grupo popular.

El de las víctimas del terrorismo parece estarse reconvirtiendo de nuevo en un terreno movedizo para el Gobierno. Al rechazo de los colectivos que las agrupan al homenaje que se preparaba para junio pasado, se sumó la denegación de una ayuda económica y el nuevo olvido del lehendakari, que apenas las mencionó, ni a ellas ni a los amenazados, en sus intervenciones en el debate del viernes.

El consenso en torno a las víctimas,nunca cuajado del todo, está claramente en la cuerda floja, y de hecho el PP ya se ha desmarcado del alcanzado el año pasado con la proposición de ley que aprobaron en junio todos los grupos, al anunciar que no acordará nada con el tripartito si no disuelve el grupo de Batasuna en la Cámara.

La decisión del PSE

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En sus propuestas para el dictamen, el PP denunciará la "pasividad" del Gobierno para con las víctimas, en contraste con su apoyo a los familiares de encarcelados por terrorismo. La financiación de sus viajes, por ejemplo, es un importante elemento de fricción. La sensibilidad del PP está tan a flor de piel que ayer sus representantes se quejaron a Urkullu de que la ponencia tuviera que esperar para reunirse a que se discutieran precisamente tres mociones sobre los presos de ETA. Una de ellas pide otra vez el acercamiento de los reclusos.

Es de prever que el PSE madure su posición en esta semana y opte entre alcanzar un consenso con el tripartito en esta materia delicada o colocarse en desacuerdo con la actuación del Gobierno, que ya criticó López en el debate.

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