Sin guarderías

El alcalde de la capital reconoce que casi 80.000 niños menores de tres años no tienen acceso a una escuela infantil pública, y se ha comprometido a reducir esta cifra, subvencionando 7.100 plazas en escuelas privadas, hasta el año 2006, para cubrir los mínimos fijados por la UE. Como las cuentas no le salen, dice el alcalde que no todos los niños demandan este servicio público, y que con esa oferta basta y sobra.

Olvida el señor Gallardón que si ésta, y otras demandas a los servicios públicos (cuidado de mayores y personas dependientes) no se hacen explícitas es porque las familias, an...

El alcalde de la capital reconoce que casi 80.000 niños menores de tres años no tienen acceso a una escuela infantil pública, y se ha comprometido a reducir esta cifra, subvencionando 7.100 plazas en escuelas privadas, hasta el año 2006, para cubrir los mínimos fijados por la UE. Como las cuentas no le salen, dice el alcalde que no todos los niños demandan este servicio público, y que con esa oferta basta y sobra.

Olvida el señor Gallardón que si ésta, y otras demandas a los servicios públicos (cuidado de mayores y personas dependientes) no se hacen explícitas es porque las familias, ante la falta de oferta, hemos optado por estrategias individuales, que pasan por el empleo de trabajadores y trabajadoras domésticos internos, externos o por horas al menor coste posible, por lo que es habitual recurrir a trabajadores extranjeros, mejor sin son irregulares, que son más dependientes y más baratos.

La presencia de unos 100.000 trabajadores/as extranjeros ocupados en el servicio doméstico en Madrid permite cubrir, por un módico precio, las actividades "reproductivas", y el cuidado de las personas dependientes. Tareas imprescindibles para la sociedad el bienestar, que en otras regiones europeas, socialmente más avanzadas, son objeto de políticas públicas de protección a la familia, y de las cuales nos mantenemos a mucha distancia tanto en la capital como en la Comunidad Autónoma.