Reportaje:

Invitación a fumar y beber

Marquesinas y 'chirimbolos' anuncian alcohol y tabaco cerca de colegios y hospitales

La política de prevención contra la adicción al tabaco y el alcohol, especialmente entre los jóvenes, choca diariamente en las calles de Valencia con la publicidad de estos productos en paradas de autobús, quioscos y mobiliario urbano. A pesar de que la Ley de la Generalitat sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos proclama como acción preventiva la de "eliminar o, en todo caso, limitar la presencia, promoción y venta de drogas en el entorno social", la publicidad de tabaco y alcohol forma parte del paisaje urbano, según denuncia el concejal socialista Francisco Carsí, que ha exigi...

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La política de prevención contra la adicción al tabaco y el alcohol, especialmente entre los jóvenes, choca diariamente en las calles de Valencia con la publicidad de estos productos en paradas de autobús, quioscos y mobiliario urbano. A pesar de que la Ley de la Generalitat sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos proclama como acción preventiva la de "eliminar o, en todo caso, limitar la presencia, promoción y venta de drogas en el entorno social", la publicidad de tabaco y alcohol forma parte del paisaje urbano, según denuncia el concejal socialista Francisco Carsí, que ha exigido en una moción "la retirada inmediata" de los anuncios de los soportes de la EMT, quioscos y chirimbolos -concesiones municipales- y que se abra expediente a las empresas concesionarias.

Los anuncios de estos productos no pueden situarse a menos de 200 metros de colegios
La alcaldesa de Valencia no se plantea imitar la medida adoptada en Madrid por Gallardón

Los socialistas consideran que en Valencia se vulneran "sistemáticamente" la normativa autonómica y las propias ordenanzas municipales, que remiten a la ley. La publicidad de bebidas alcohólicas y tabaco está prohibida en dependencias de la Administración, centros educativos y sanitarios, en espectáculos destinados a un público mayoritariamente menor de 18 años, y en los medios de transporte. Además, los anuncios de estos productos no pueden situarse a menos de 200 metros de centros de enseñanza y sanitarios, una exigencia que se incumple "en muchos casos", dice el PSPV, que también interpreta que las paradas de autobús deben considerarse parte del transporte y estar libres de invitaciones a fumar o beber alcohol.

Las concesionarias de las marquesinas de la EMT -la empresa Cemusa- y del mobiliario urbano -J. C. Decaux- afirman que respetan la medida mágica de los 200 metros. Sin embargo, no es el caso de la publicidad situada el pasado viernes junto al hospital La Fe y otra al lado del Clínico y el colegio mayor Lluís Vives. Fuentes de Cemusa admiten que "alguna marquesina se puede escapar", pero aseguran que tienen "un circuito para esa publicidad" que evita colegios y es "respetuosa con la ley".

¿Quién controla el cumplimiento de la norma de la Generalitat? Sanidad, no. La consejería afirma que la vigilancia y sanción de infracciones es competencia del Ayuntamiento. La alcaldesa, Rita Barberá, afirmó el viernes que "estudiará" la moción y que debe cumplirse la ley, pero no disponía de datos sobre sanciones o expedientes a las concesionarias. Sobre la posibilidad de retirar los anuncios de los soportes del transporte o el mobiliario urbano, Barberá (PP) dijo que no se lo ha planteado.

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Más rápido ha sido el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, también del PP, quien a principios de mes ordenó la supresión inmediata de la publicidad de alcohol y tabaco de las marquesinas y los chirimbolos, gestionada por las mismas empresas que en Valencia. La medida se tomó tras denunciar el PSOE que Ruiz-Gallardón incumplía la Ley de Drogodependencias y otros Trastonos Adictivos, conocida como ley antibotellón, que él mismo había aprobado como presidente de la Comunidad de Madrid. Además, la consejería madrileña de Sanidad tiene abiertos 165 expedientes por incumplir la norma en 11 municipios. En la Comunidad Valenciana, la consejería remite al Ayuntamiento, y la alcaldesa, a la que le parece "una buena medida" la decisión de Madrid, no se plantea imitarla.

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