Salud impone y unifica el pago del servicio de las vacunas tropicales

Las personas que eligen para sus vacaciones un destino exótico y necesitan vacunarse en Cataluña contra enfermedades tropicales pueden recibir el servicio gratis o pagar tarifas que oscilan entre los 3,90 y los 20 euros. Para acabar con esta situación caótica, el Departamento de Salud quiere homogeneizar esta prestación y hacerla de pago en todos los casos. La creciente demanda ha llevado este verano a la saturación de los centros acreditados de Barcelona, que derivan a los usuarios a otras localidades de Cataluña.

Los centros que en Cataluña ofrecen el servicio gratuitamente son los do...

Las personas que eligen para sus vacaciones un destino exótico y necesitan vacunarse en Cataluña contra enfermedades tropicales pueden recibir el servicio gratis o pagar tarifas que oscilan entre los 3,90 y los 20 euros. Para acabar con esta situación caótica, el Departamento de Salud quiere homogeneizar esta prestación y hacerla de pago en todos los casos. La creciente demanda ha llevado este verano a la saturación de los centros acreditados de Barcelona, que derivan a los usuarios a otras localidades de Cataluña.

Los centros que en Cataluña ofrecen el servicio gratuitamente son los dos que dependen del Ministerio de Sanidad (situados en Barcelona y en la ciudad de Tarragona). Como sucede en el resto de España, estos centros estatales sólo cobran por la vacuna de la fiebre amarilla (15,60 euros).

Los 10 centros restantes de Cataluña que asesoran y vacunan a personas que han de viajar a países tropicales (cinco de ellos no administran la vacuna de la fiebre amarilla) cobran por el servicio, aunque las tarifas varían de un sitio a otro.

Mientras que en el Hospital Clínic cobran 20 euros por consulta y administración de la receta de las vacunas, en el Hospital Parc Taulí de Sabadell la tarifa es de 15 euros. En los ambulatorios y centros del Instituto Catalán de la Salud los precios suelen ser de 9,20 euros por asesoramiento y 3,90 por cada vacuna que se administre.

A través de una resolución que se aprobará próximamente, el Gobierno catalán impondrá el pago en todos los centros y exigirá unas tarifas homogéneas, que serán, muy probablemente, las que actualmente se aplican en los centros del ICS, según avanzó ayer el subdirector general de Promoción de la Salud, Josep Lluís Taberner. Por el momento, la resolución no afectará a los dos centros del Ministerio, sobre los que la Generalitat no tiene competencias y no puede imponer un pago que el Gobierno central no aplica en el resto de España.

Para homogeneizar el servicio en Cataluña y evitar que los dos centros que mantendrán la gratuidad reciban una avalancha, la Generalitat negocia con el Gobierno el traspaso de estos dos centros. "Tampoco descartamos pedir al Ministerio que cobre el servicio en sus centros de toda España", señaló Taberner.

La Generalitat considera que esta prestación ha de ser de pago porque los que viajan a países exóticos saben que se someten a un riesgo del que el Gobierno catalán no se ha de responsabilizar. Además, explica Taberner, la vacunación contra enfermedades tropicales corresponde al ámbito de la sanidad exterior, que no es competencia de la Generalitat. "Las tarifas que se aplicarán", agrega el subdirector de promoción de la salud, "son muy moderadas en comparación con lo que suelen costar estos viajes". La demanda crece a un ritmo acelerado. En 2003 se administraron en Cataluña 85.000 vacunas.

La cifra se disparará con toda probabilidad cuando se realice el balance de este año. Los centros que ofrecen la prestación están saturados y la Generalitat, a través del teléfono de Sanitat Respon -902 111 444- deriva a los usuarios a otros centros de Cataluña (Sabadell, Igualada o incluso Girona o Tarragona, entre otros). El Hospital Clínic de Barcelona y el de Bellvitge han empezado a prolongar el servicio por las tardes para descongestionar las listas de espera. "Muchas personas tienen que irse de vacaciones a mediados de agosto, pero se les da hora para la tercera semana del mes. La única vía que tienen es desplazarse fuera de Barcelona", señala Taberner.