Se lo guisan y se lo comen
La crisis de la industria discográfica impulsa la autoedición entre los músicos vascos
Los informes que difunde la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) son capaces de disuadir a más de un empresario. En 2003 cayó el consumo de música grabada, los soportes vendidos y el gasto per cápita en discos, y la piratería representó el 21,9% de las ventas. Pero esas noticias no desaniman a los emprendedores, ya que el pasado año se crearon en España 233 nuevas discográficas. De ellas, tres en Euskadi, Kuma Diskak, Run Down Music y Un Hombre Encantador, y otras tantas en Navarra, Factoría Tres, Do It y Nota A Gota.
¿Qué mueve a esos productores a darse de alta en la S...
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Los informes que difunde la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) son capaces de disuadir a más de un empresario. En 2003 cayó el consumo de música grabada, los soportes vendidos y el gasto per cápita en discos, y la piratería representó el 21,9% de las ventas. Pero esas noticias no desaniman a los emprendedores, ya que el pasado año se crearon en España 233 nuevas discográficas. De ellas, tres en Euskadi, Kuma Diskak, Run Down Music y Un Hombre Encantador, y otras tantas en Navarra, Factoría Tres, Do It y Nota A Gota.
¿Qué mueve a esos productores a darse de alta en la SGAE, ahora que se augura incluso la desaparición de los sellos discográficos y los soportes físicos? Paradójicamente, la propia coyuntura negativa, que ofrece a los artistas la tabla de salvación de la autoedición. A veces, si uno quiere ver sus discos en las tiendas, tiene que apechugar con labores que hasta hace poco no competían a los artistas. "Tienes que hacer el doble de trabajo. Soy músico, creador, agente; vendo los discos, los fabrico, los grabo, los mezclo, gestiono una cosa, la otra... Le dedico las 24 horas del día a esto", asegura Pablo Gortari, quien ya ha editado tres discos, como Pablo Líquido, con su propia marca, Nota a Gota. "La industria no asume ningún riesgo, nadie quiere nada si no te pareces a algo de lo que vende, a lo que es conocido", explica el cantautor, que ha pisado más de 400 escenarios, se presenta como "showman total" y quiere publicar dos discos propios cada año.
El bilbaíno Jaime Guzmán creó Un Hombre Encantador Discos para editar las canciones de McEnroe, grupo de pop rock del que es guitarrista. "Es temerario, porque sabemos que hay poquísima cosa que hacer. Aunque nos encantaría sacar a grupos que hagan cosas nuevas, aun sabiendo que no venden", dice. "En realidad, no sabemos si la discográfica va ir para adelante".
No excesivamente animoso se muestra también José Arcaya, responsable del sello pamplonés Factoría 3 que, de momento, sólo ha publicado De forma natural. Así titula su disco el propio Arcaya, un cantautor poco optimista. "Esto lo hago por puro y duro amor al arte", sentencia. En parecidos términos se expresa Carlos Gómez, responsable de Run Down Music, sello de Tolosa especializado en música electrónica y dance, quien deja claro "que esto no es por dinero". Ha sacado 14 discos, entre ellos los suyos propios, firmados como Carl Watermark, aunque sostiene que "ya no funciona nada".
Algo de eso sabe el navarro Luis Cadenas, que ha creado en Noáin el sello Do It para los artistas a los que representa. "Pueden sacarlos con mi licencia, pero los empresarios de esos discos siempre son ellos", matiza. Y vaticina el pronto fin del actual modelo discográfico. "La industria dice que el formato CD durará cinco años, y yo le doy menos tiempo", profetiza quien ya ha publicado discos de dos grupos de rock, incluido Tahúres Zurdos, y dos de música electrónica.
Así, lejos de pretender repetir el éxito de editoriales literarias como Umbriel, Salamandra, Obelisco y Maeva, nadie crea hoy una discográfica para forrarse. Lo ratifican tiradas de 500 ejemplares como las de Un Hombre Encantador.