La producción doméstica no pagada equivale al 32,8% del PIB vasco

Esta actividad, sobre todo femenina, se valora en 15.638 millones

La producción doméstica vasca no remunerada de 2003 equivaldría a 15.638 millones de euros, lo que supondría un 32,8% del Producto Interior Bruto (PIB). Este porcentaje ha caído quince puntos en la última década por la progresiva incorporación al mercado de trabajo de la mujer, principal agente de las tareas del hogar. Aunque las féminas siguen realizando en gran medida esas labores, las familias contratan otra parte.

"Las familias compran en el sector privado muchas de las tareas que antes producían ellas en el doméstico", subrayó ayer en San Sebastián Javier Aranburu, del Instituto ...

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La producción doméstica vasca no remunerada de 2003 equivaldría a 15.638 millones de euros, lo que supondría un 32,8% del Producto Interior Bruto (PIB). Este porcentaje ha caído quince puntos en la última década por la progresiva incorporación al mercado de trabajo de la mujer, principal agente de las tareas del hogar. Aunque las féminas siguen realizando en gran medida esas labores, las familias contratan otra parte.

"Las familias compran en el sector privado muchas de las tareas que antes producían ellas en el doméstico", subrayó ayer en San Sebastián Javier Aranburu, del Instituto Vasco de Estadística, quien puso como ejemplos las comidas fuera del hogar a base de menús del día, el cuidado de los niños en guarderías o la contratación de los trabajos de limpieza.

Aranburu presentó en los Cursos de Verano de la UPV las Cuentas Satélite de la Producción Doméstica de 2003, un estudio con el que el Eustat cuantifica el trabajo no remunerado que se realiza en los hogares y no se contabiliza en la valoración del PIB. El informe recoge que, como en años anteriores, las funciones que concentran una mayor proporción del Valor Añadido Bruto son aquellas relacionadas con la compra y preparación de la comida (46,6%) y con las labores de limpieza y mantenimiento del hogar (31,3%). Les siguen el cuidado y educación de niños y mayores (14,8%) y la compra y lavado de la ropa (8,4%).

La producción doméstica continúa teniendo un carácter femenino. Las mujeres soportan el 75,2% del trabajo del hogar no pagado. En los últimos diez años ha subido un 4% la participación de los hombres en las tareas de la casa, pero es una evolución que se produjo en la primera parte del decenio, pues en el último lustro se ha estancado esa tendencia. ¿Por qué? "No sabemos muy bien por qué", admitió Aranburu, quien lanzó como "hipótesis" que quizá los servicios que tendrían que haber llevado a cabo los hombres se han comprado en el mercado de trabajo remunerado.

Tomando como variables la situación laboral de la población y el sexo, el estudio del Eustat señala que el 53,5% del trabajo doméstico no remunerado lo realiza el grupo clasificado como "sus labores", integrado al 100% por mujeres.

Un 26,3% de las tareas de casa corre a cargo de personas "ocupadas" y asalariadas fuera de casa. En este apartado, las féminas desarrollan el 62% de la actividad del hogar, frente al 38% de los hombres. El 13,2% de los trabajos recae en los jubilados, el colectivo donde más equitativo es el reparto de la producción doméstica: las mujeres ejecutan el 58% y los hombres, el 42%. El desequilibrio entre sexos vuelve a dispararse en los parados (realizan el 4,1% de las tareas; el 79% recae en las féminas) y en los estudiantes (hacen el 1,1%; el 83% está desarrollado por chicas), según el Eustat.

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