OPINIÓN DEL LECTOR

Llame usted mañana

18 de junio, 10.15. Llamo al 118 24 (Servicio de Información de Telefónica, SA, que cobra 22 céntimos por establecimiento de llamada más otros 75 por cada minuto) para preguntar por un móvil. Una persona me contesta que llame al 1485. En éste, una locución, después de largarme un anuncio publicitario, me pregunta qué quiero, se lo cuento y, cuando termina de analizar mis palabras, me responde que para eso que llame al 118 18. En éste me atiende una persona que me dice que para los móviles el servicio de información es el 902 10 12 14... donde me dicen que no, que ese número es para informar so...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

18 de junio, 10.15. Llamo al 118 24 (Servicio de Información de Telefónica, SA, que cobra 22 céntimos por establecimiento de llamada más otros 75 por cada minuto) para preguntar por un móvil. Una persona me contesta que llame al 1485. En éste, una locución, después de largarme un anuncio publicitario, me pregunta qué quiero, se lo cuento y, cuando termina de analizar mis palabras, me responde que para eso que llame al 118 18. En éste me atiende una persona que me dice que para los móviles el servicio de información es el 902 10 12 14... donde me dicen que no, que ese número es para informar sobre las emisoras de radio, que llame al 1484, que es el bueno. Otra locución me informa de que no existe ninguna línea con esta numeración.

Entonces se me ocurre que a quien busco puede que tenga un teléfono fijo. Así que vuelvo al principio, al 118 24. ¡Bingo!, ¡parece que estamos de suerte... mas tampoco: a la persona que pretendo localizar no la conocen en el número que me han dado ni en pintura. Respiro profundamente repetidas veces. Y lo consigo, sí, consigo guardarme para mí las preciosistas locuciones que me evocan a los padres (y madres) de todo este tamtán tan moderno... y desisto.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En