El primer vuelo espacial privado tuvo problemas
El piloto del primer vuelo suborbital privado, Mike Melvill, tuvo problemas para controlar su avión SpaceShipOne durante el ascenso que realizó el pasado lunes hasta los 100 kilómetros de altura. Estos problemas le obligaron a reaccionar y le impidieron alcanzar la altura prevista, que era de 109,7 kilómetros. El altímetro del avión indicó un máximo de 100,1 kilómetros, suficiente para que Melvill sea considerado astronauta y el vuelo pueda optar al premio X Ansari.
En declaraciones realizadas tras la hazaña, Melvill, de 62 años, dijo que inmediatamente después del encendido del ...
El piloto del primer vuelo suborbital privado, Mike Melvill, tuvo problemas para controlar su avión SpaceShipOne durante el ascenso que realizó el pasado lunes hasta los 100 kilómetros de altura. Estos problemas le obligaron a reaccionar y le impidieron alcanzar la altura prevista, que era de 109,7 kilómetros. El altímetro del avión indicó un máximo de 100,1 kilómetros, suficiente para que Melvill sea considerado astronauta y el vuelo pueda optar al premio X Ansari.
En declaraciones realizadas tras la hazaña, Melvill, de 62 años, dijo que inmediatamente después del encendido del motor cohete el avión giró sobre su eje longitudinal 90 grados hacia la izquierda y luego 90 grados a la derecha. "Nunca había hecho esto antes", aseguró. En esta fase del ascenso el veterano piloto también oyó un gran ruido, debido a una deformación en una tobera, y tuvo después otros problemas de control.
"No fue un vuelo suave desde el punto de vista de la trayectoria", declaró el diseñador Burt Rutan. "No fue un vuelo perfecto". Rutan, director de la empresa Scaled Composites, reconoció que es posible que sea necesario otro vuelo de prueba antes de optar oficialmente al premio Ansari X, dotado con 10 millones de dólares, para el que se deben realizar dos vuelos iguales en un plazo máximo de dos semanas.
El tiempo que estuvo encendido el cohete no se conoce todavía, dijo también Rutan, ya que no está claro si Melvill lo apagó o se apagó solo antes de tiempo. El piloto reconoció que, aunque no tuvo miedo en la fase de ascenso, sí tuvo un poco en el descenso.