DÍA DE FIESTAS Y MANIFESTACIONES

Protesta contra el Vaticano ante la catedral de Barcelona

Unas 400 personas se concentraron ayer ante la catedral de Barcelona convocadas por la Mesa de Entidades Católicas de Barcelona para protestar por la división de la diócesis barcelonesa y por "la opacidad" en el reciente nombramiento de los nuevos obispos catalanes. No fue sólo una concentración de protesta, sino también una manifestación de comunión cristiana. Se leyó el evangelio, se recitó el Padre Nuestro y se cantó el Virolai. La idea central se leía en una pancarta: "Somos pueblo de Dios, no súbditos". Según el manifiesto que se leyó, la Iglesia "sólo valora la adhesión y la sumis...

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Unas 400 personas se concentraron ayer ante la catedral de Barcelona convocadas por la Mesa de Entidades Católicas de Barcelona para protestar por la división de la diócesis barcelonesa y por "la opacidad" en el reciente nombramiento de los nuevos obispos catalanes. No fue sólo una concentración de protesta, sino también una manifestación de comunión cristiana. Se leyó el evangelio, se recitó el Padre Nuestro y se cantó el Virolai. La idea central se leía en una pancarta: "Somos pueblo de Dios, no súbditos". Según el manifiesto que se leyó, la Iglesia "sólo valora la adhesión y la sumisión". Un grupo favorable a la decisión vaticana se presentó en la concentración con papeletas en favor del Papa. En la foto, un integrante de este grupo mezcla su mensaje con el de los convocantes.El modo en que la Iglesia ha decidido la sucesión del cardenal Ricard Maria Carles es para la Mesa de Entidades Católicas de Barcelona "más propio de una relación entre señores y súbditos que entre hermanos de fe y de espíritu". Según el manifiesto hecho público ayer por esta asociación, la decisión papal de dividir la diócesis de Barcelona buscaría debilitar la Iglesia catalana y "reforzar y centralizar el poder de la jerarquía". El nombramiento de Jaume Pujol -miembro del Opus Dei- como arzobispo de Tarragona, se debería, por su parte, a la necesidad de satisfacer una "cuota de poder de poderosos grupos eclesiásticos".

Los congregados consideraron la coincidencia de la división del obispado con el nombramiento del nuevo arzobispo de Barcelona "una decisión unilateral del Vaticano que muestra el poco respeto que tiene" hacia el cristianismo de base. Ante ello, pidieron a los obispos que ejerzan "como instrumento del Evangelio y no como instancia de control autoritario".

Hubo momentos de tensión cuando llegaron al acto una veintena de contramanifestantes favorables a la decisión vaticana. En su mayoría jóvenes, sostenían una gran bandera vaticana y carteles con lemas como "Bienvenidos, nuevos obispos". Los concentrados se agruparon en las escaleras de la catedral levantando sus carteles frente a los partidarios de la decisión papal.

CARLES RIBAS
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