Persiste el riesgo para la banca por Latinoamérica y el aumento del crédito

En el discurso ante el Consejo del Banco de España, el gobernador, Jaime Caruana, recuerda a las entidades financieras que "persisten ciertos riesgos relacionados tanto con la volatilidad del negocio en Latinoamérica como con la rápida acumulación de créditos en el ámbito nacional". Sin embargo, afirma que la situación financiera se caracteriza por su "elevado nivel de capitalización y el mantenimiento de provisiones suficientes para asumir incrementos de morosidad".

Pero, como siempre, esta institución insiste en la prudencia: "Esto no significa", continúa el informe, "que no deban ref...

En el discurso ante el Consejo del Banco de España, el gobernador, Jaime Caruana, recuerda a las entidades financieras que "persisten ciertos riesgos relacionados tanto con la volatilidad del negocio en Latinoamérica como con la rápida acumulación de créditos en el ámbito nacional". Sin embargo, afirma que la situación financiera se caracteriza por su "elevado nivel de capitalización y el mantenimiento de provisiones suficientes para asumir incrementos de morosidad".

Pero, como siempre, esta institución insiste en la prudencia: "Esto no significa", continúa el informe, "que no deban reforzar sus mecanismos de control y evitar concentraciones de riesgos que, en algunos casos, podrían ocasionar algunas dificultades".

Jaime Caruana aborda el tema de la relación entre las entidades financieras y sus clientes para instarlas a que expliquen los riesgos que asumen los consumidores de productos bancarios. También les pide que ofrezcan productos que se ajusten a sus necesidades.

"Los productos ofrecidos a los consumidores han de adaptarse a sus necesidades, ayudándoles las entidades a valorar los riesgos que quieren y pueden asumir", indica Caruana. Y añade que le parece de "enorme importancia" ayudar al cliente a que evalúe los compromisos que será capaz de asumir en el futuro en un contexto de rápido crecimiento del crédito.

"En reconocimiento a la importancia de incrementar las capacidades de los clientes bancarios, el Banco de España está desarrollando un proyecto de educación a través de Internet, de los usuarios de productos y servicios financieros", concluye el gobernador.

Los bancos que operan en España obtuvieron un resultado bruto de 5.370 millones de euros frente a los 3.767 millones de las cajas de ahorro en 2003. Es destacable que para los bancos, los créditos representan el 49,7% del balance total y para las cajas el 65,7%. Por contra, las cajas mantienen mayores niveles de pasivo, ya que los recursos de sus clientes suman el 74,3% del balance frente al 51,7% en los bancos.

Esta institución avisa a bancos y cajas de que cada vez "es más difícil conseguir reducciones de costes medios del orden de las obtenidas en los últimos cinco o seis años". No obstante, también augura que se produzca "una menor presión sobre el margen" del negocio.

Caída de beneficios

Por otro lado, el informe anual también muestra la cuenta de resultados del Banco de España. El beneficio neto de la institución volvió a caer en 2003 por tercer año consecutivo y se situó en 1.947,47 millones de euros, un 11,33% menos que en 2002.

Los resultados se vieron mermados por los menores ingresos proporcionados por los activos en los que invierte el Banco, aunque también influyó el descenso en la cuantía percibida por dividendos. El rendimiento de los activos en euros y en moneda extranjera -sobre todo dólares estadounidenses- cayó cerca de un punto en 2003 respecto al año anterior, lo que provocó que los ingresos obtenidos por el supervisor con esta partida bajasen un 25,19%.

El Banco de España logró compensar, casi en su totalidad con provisiones, las minusvalías derivadas de la depreciación por el tipo de cambio de las divisas, del oro y de los valores en moneda extranjera, que le supusieron 1.161,69 millones. Sin embargo, la cuenta de resultados se resintió por los menores ingresos por dividendos. La causa fue que los dividendos distribuidos por el Banco Central Europeo fueron sensiblemente menores al de 2002.

El organismo volvió a contener los gastos operativos, que bajaron un 19,64% gracias en parte a la disminución de los costes de producción de billetes y las reducciones de plantilla y oficinas.