Impuestas 45 multas a padres de Málaga por no llevar a sus hijos al colegio

La Fiscalía pide sancionar a dos institutos por no informar del absentismo escolar

La Fiscalía de Menores de Málaga ha pedido a la Junta de Andalucía, por primera vez y al amparo de la ley autonómica del Menor, la apertura de un expediente sancionador a la dirección de dos institutos de la capital por su reiterada negativa a comunicarle varios casos de absentismo escolar que afectaban a alumnos matriculados en estos centros. Además, el fiscal ha tramitado 45 sanciones a padres, con multas de hasta 1.000 euros, por no llevar a sus hijos al colegio.

El fiscal de Menores Javier García Rut recordó ayer que la nueva normativa obliga a los centros educativos a comunicar los...

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La Fiscalía de Menores de Málaga ha pedido a la Junta de Andalucía, por primera vez y al amparo de la ley autonómica del Menor, la apertura de un expediente sancionador a la dirección de dos institutos de la capital por su reiterada negativa a comunicarle varios casos de absentismo escolar que afectaban a alumnos matriculados en estos centros. Además, el fiscal ha tramitado 45 sanciones a padres, con multas de hasta 1.000 euros, por no llevar a sus hijos al colegio.

El fiscal de Menores Javier García Rut recordó ayer que la nueva normativa obliga a los centros educativos a comunicar los casos de absentismo escolar al ministerio público o a los servicios sociales comunitarios, una práctica que incumplen muchos de los colegios e institutos.

Por ello, la Fiscalía ha solicitado a la Junta la antigua Consejería de Asuntos Sociales la apertura de sendos expedientes sancionadores a dos institutos, uno situado en la barriada de La Palmilla y otro en la populosa barriada de Cádiz. En ambos casos, por su reiterada negativa a comunicar la situación de absentismo escolar en la que se encontraban alumnos del centro, que "en algunos casos llevaban meses sin ir con normalidad a clase, y en otros hasta años".

Garcia Rut explicó ayer que el problema del absentismo escolar es especialmente preocupante entre jóvenes de 13 a 15 años de edad. "Un absentista es un joven desconectado del sistema educativo, que cuando va a clase incordia el ritmo normal de los compañeros, por lo que es entendible que en muchos casos los profesores prefieren que no acudan, por lo que no comunican la situación", señaló el fiscal. Además García Rut alertó de que este problema se generaliza y ya no puede hablarse de un conflicto que aparece en institutos de barrios marginales.

En este sentido, lamentó que los procedimientos administrativos para erradicar este problema suelen ser excesivamente largos. En la mayoría de los casos de un año, "por lo que se llega tarde en muchos casos", a pesar de que la ley del Menor considera la despreocupación de una familia por el absentismo de su hijo una causa para la retirada de la custodia.

Una situación de desamparo que el fiscal también considera que tarda en resolverse y que le ha llevado a solicitar, hasta en 35 ocasiones este año, a los juzgados de familia su intervención inmediata, solicitando el ingreso del afectado en un centro de menores para garantizar su escolarización.

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García Rut mantiene que las estadísticas reflejan una clara relación entre el absentismo escolar y la delincuencia juvenil. Así como con el entorno familiar. Del total de diligencias penales abiertas en 2003 contra jóvenes en Málaga, el 70% se refiere a menores que vivían en familias desestructuradas. De hecho esta situación de anormalidad ha hecho aflorar un fenómeno preocupante, a juicio del fiscal. En los cinco primeros meses de este año, se han abierto 40 diligencias por casos de malos tratos de los hijos a sus padres. "La cifra es muy alta y aunque seguramente estas situaciones se vivían también antes, la realidad es que ahora están saliendo a la luz", dice el fiscal.

Son denuncias de violencia doméstica que en el caso de jóvenes con más de 14 años tienen ya una respuesta penal y que sólo suponen la punta del iceberg de la realidad del problema, "ya que difícilmente un padre presenta una denuncia contra su hijo". "Nos enteramos de ello porque la familia suele acudir a los servicios sociales a pedir ayuda", relató. En lo que llevamos de año, un total de 45 padres han sido sancionados con multas de hasta 1.000 euros por no gestionar una plaza para sus hijos en un colegio o por no llevarlos a clase.

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