El consumo privado y el gasto militar elevan al 4,4% el crecimiento de EE UU en el primer trimestre

El Departamento de Comercio revisó ayer al alza el dato de crecimiento del primer trimestre en Estados Unidos para situarlo en el 4,4% del PIB (en tasa intertrimestral anualizada), frente al 4,2% anunciado hace un mes. Esta subida se debe en parte al fuerte incremento del gasto militar vinculado a la ocupación de Irak y a un aumento del consumo privado más fuerte de lo previsto. Del lado de los precios, la inflación vinculada al PIB subió al 2,6%, dato que sigue muy de cerca la Reserva Federal (banco central) y que abundaría en la esperada subida de tipos de interés en fechas próximas.

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El Departamento de Comercio revisó ayer al alza el dato de crecimiento del primer trimestre en Estados Unidos para situarlo en el 4,4% del PIB (en tasa intertrimestral anualizada), frente al 4,2% anunciado hace un mes. Esta subida se debe en parte al fuerte incremento del gasto militar vinculado a la ocupación de Irak y a un aumento del consumo privado más fuerte de lo previsto. Del lado de los precios, la inflación vinculada al PIB subió al 2,6%, dato que sigue muy de cerca la Reserva Federal (banco central) y que abundaría en la esperada subida de tipos de interés en fechas próximas.

La tasa de crecimiento en EE UU sigue siendo fuerte y sólida, aunque el dato de ayer se quedara una décima por debajo de lo que esperaba Wall Street. La tasa de crecimiento interanual se sitúa en el 5% (respecto de un año antes), la más fuerte desde 1984. La economía estadounidense se sustenta especialmente sobre la fortaleza del consumo privado -representa dos tercios del PIB-, que creció un 3,9% en el primer trimestre.

La adquisición de bienes de consumo duradero cayó un 4,2% mientras que los no duraderos subieron un 6,6% y los servicios un 4,2%. Pero el factor que sin duda contribuyó a esta revisión al alza en el dato de PIB fue el fuerte incremento del gasto federal. El gasto público subió un 9,2%, frente al 0,7% anunciado hace un mes, debido a la espectacular subida en el componente militar que se situó en el 13,2%, muy superior al 3% previsto inicialmente.

El incremento de la inversión por parte de las empresas fue del 5,8%, frente a una estimación del 7,2%. El gasto en equipamiento y programas informáticos subió un 9,8%. Las importaciones subieron un 5,9% menos de lo que se pensaba en un principio, y las exportaciones subieron un 4,9%.

El temor a un repunte de la inflación se mantiene después del dato del crecimiento del primer trimestre, sólo aliviado por una revisión a la baja en el componente de precios al consumo. Si se excluyen la energía y los alimentos, la subida de precios para los consumidores estadounidense se situó en un 1,7%, tres décimas menos de lo estimado hace un mes por el Gobierno, pero medio punto más alto que el trimestre precedente.

El problema es que en el dato publicado ayer todavía no se tiene en cuenta el impacto que está teniendo el espectacular incremento del precio de la energía en el precio final de los productos. Por eso en Wall Street sigue sin descartarse que la Reserva Federal pueda proceder a un incremento de tipos (ahora en el 1%) en su reunión del 29 y 30 de junio o en la siguiente del próximo mes de agosto.

A pesar de la recuperación que la economía está experimentando, varias encuestas en las últimas dos semanas indican que la mayoría de los posibles votantes desaprueba la forma en la que el presidente gestiona la economía. Desde que Bush llegó a la Casa Blanca, en enero de 2001, la economía ha perdido más de dos millones de puestos de trabajo. Los sueldos y salarios tuvieron entre enero y marzo un incremento de 57.800 millones de dólares, y esto es 18.300 millones de dólares más que el cálculo preliminar.

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