Primeras medidas

El aumento de 36 millones de euros en la dotación de becas y la garantía de gratuidad en la enseñanza infantil, de tres a seis años, para el próximo curso han sido dos de las primeras medidas tomadas en el ámbito educativo por el nuevo Gobierno. Se incide así en dos factores que influirán considerablemente en el índice de fracaso escolar, medido de forma homogénea en Europa como el porcentaje de jóvenes que no consiguen completar el bachillerato o la FP, un fracaso alto en nuestro país en comparación con el promedio europeo que debe ser corregido.

La ministra del ramo ha anunciado que e...

El aumento de 36 millones de euros en la dotación de becas y la garantía de gratuidad en la enseñanza infantil, de tres a seis años, para el próximo curso han sido dos de las primeras medidas tomadas en el ámbito educativo por el nuevo Gobierno. Se incide así en dos factores que influirán considerablemente en el índice de fracaso escolar, medido de forma homogénea en Europa como el porcentaje de jóvenes que no consiguen completar el bachillerato o la FP, un fracaso alto en nuestro país en comparación con el promedio europeo que debe ser corregido.

La ministra del ramo ha anunciado que el próximo 28 de mayo se aprobará el decreto que modifica el calendario de aplicación de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE), posponiendo la entrada en vigor de algunos de sus preceptos más discutibles, como los itinerarios en la secundaria, la reválida o el estatus de la enseñanza de la religión. Una reciente encuesta entre los profesores de secundaria muestra que algunos de los extremos más controvertidos de la LOCE responden a problemas reales, aunque las soluciones escogidas puedan no haber sido las óptimas. Así, el apoyo a la puesta en marcha de itinerarios diferentes para los alumnos de la secundaria muestra que fenómenos globalmente positivos, como la extensión de la enseñanza obligatoria hasta los 16 años y la incorporación al sistema educativo de niños y jóvenes de familias inmigrantes, pueden generar diferencias en preparación básica, motivación y destrezas académicas difíciles de armonizar en un aula con los procedimientos convencionales.

Algo hay que hacer para superar esas dificultades y hacer posible una educación que sea común en lo básico. Algo que sea realista y no suponga una tarea imposible para los profesores, ya fatigados por el cúmulo de dificultades con que se enfrentan, muchas veces con poco apoyo de los poderes públicos. En la resolución de este tipo de problemas, afrontando la realidad y contando con la opinión de quienes la conocen y se ocupan de sacar adelante a los alumnos día a día en la escuela, se jugará el Gobierno una parte importante de su credibilidad.