La dispersión de las plantas se debe a las 'autopistas del viento'

Un satélite ayuda a definir rutas vegetales

Semillas y esporas de las plantas viajan arrastradas por el viento y colonizan tierras lejanas, con un alcance muy superior a la mera proximidad geográfica. Es el efecto de las autopistas del viento en el mundo vegetal que ha descubierto un equipo de científicos españoles al correlacionar datos de corrientes de aire tomados desde satélite con la distribución de plantas en 27 localidades del hemisferio sur.

Hasta ahora muchos científicos pensaban que el viento sería responsable de la dispersión de las plantas que se observa en continentes e islas. Pero no se había podido comprobar...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Semillas y esporas de las plantas viajan arrastradas por el viento y colonizan tierras lejanas, con un alcance muy superior a la mera proximidad geográfica. Es el efecto de las autopistas del viento en el mundo vegetal que ha descubierto un equipo de científicos españoles al correlacionar datos de corrientes de aire tomados desde satélite con la distribución de plantas en 27 localidades del hemisferio sur.

Hasta ahora muchos científicos pensaban que el viento sería responsable de la dispersión de las plantas que se observa en continentes e islas. Pero no se había podido comprobar la hipótesis por la falta de datos globales. Jesus Muñoz, investigador del Real Jardín Botánico (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y sus colegas han utilizado para su estudio las medidas de velocidad y dirección de los vientos cerca de la superficie del mar que toma el SeaWind, un radar especial de microondas del satélite de la NASA QuikSCAT.

Es la primera vez que se utilizan los datos de este satélite para estudiar procesos biológicos. En concreto, los españoles han usado medidas tomadas desde 1999, cuando se lanzó el QuikSCAT, hasta marzo de 2003.

Los investigadores españoles han abarcado cuatro grupos de plantas: musgos, hepáticas, líquenes y helechos, y han constatado que lugares separados por distancias de 8.000 kilómetros comparten más especies que zonas mucho más próximas, gracias a las autopistas de viento, vehículo que puede arrastrar semillas, esporas y fragmentos de plantas a grandes distancias.

La investigación, en la que han participado científicos de varias universidades, puede servir para estudiar la dispersión de plagas y patógenos. De momento los autores sugieren hacer análisis moleculares para comprobar la correlación genética de las plantas con los patrones de viento.

Archivado En