Gallardón exigirá a Zapatero un mayor porcentaje de los impuestos estatales

El alcalde reclama una nueva financiación para que Madrid ingrese más por impuestos estatales

El alcalde quiere más dinero. Alberto Ruiz-Gallardón anunció ayer que exigirá al Gobierno central, del PSOE, una Ley de Capitalidad -a la que hasta ahora había renunciado- "en esta legislatura" y que introduzca una "modificación del sistema de financiación". No más competencias para el Ayuntamiento, sino más porcentaje en los ingresos percibidos por el Estado a través de los impuestos recaudados en Madrid. Esa aspiración, que Gallardón pide en vano y sin elevar la voz desde que fue elegido alcalde hace casi un año, le resulta ahora "urgente", después de que el presidente del Ejecutivo, José Lu...

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El alcalde quiere más dinero. Alberto Ruiz-Gallardón anunció ayer que exigirá al Gobierno central, del PSOE, una Ley de Capitalidad -a la que hasta ahora había renunciado- "en esta legislatura" y que introduzca una "modificación del sistema de financiación". No más competencias para el Ayuntamiento, sino más porcentaje en los ingresos percibidos por el Estado a través de los impuestos recaudados en Madrid. Esa aspiración, que Gallardón pide en vano y sin elevar la voz desde que fue elegido alcalde hace casi un año, le resulta ahora "urgente", después de que el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, prometiera al de la Generalitat, Pasqual Maragall, que tramitará la Carta de Municipalidad de Barcelona.

El alcalde recordó ayer, en una conferencia pronunciada en el foro organizado por el diario Abc, que "en la página 64 del programa electoral del PSOE" figura el compromiso de dotar a Madrid y Barcelona de sendas "leyes especiales". Y subrayó que, aunque hasta ahora él no había considerado necesario reclamarla, ha cambiado de opinión en los últimos días. La razón es que el pasado 8 de mayo, durante la inauguración del Fórum de las Culturas de Barcelona, el socialista Rodríguez Zapatero "prometió a Maragall que en esta legislatura tramitará la Carta Especial" de la ciudad catalana.

"Carecería de sentido que ambos compromisos no siguiesen tiempos equivalentes en su tramitación. Exigiré una tramitación conjunta de las leyes especiales de Madrid y Barcelona en el Congreso de los Diputados", afirmó Ruiz-Gallardón. Y añadió: "El Gobierno no debe tener la tentación de pensar que Madrid se conformará con una ley protocolaria, de reconocimientos históricas. Queremos una ley práctica".

El regidor madrileño no pide más competencias para el Ayuntamiento, sino, básicamente, más dinero para poder financiar sus iniciativas: "Esa transformación de Madrid, esa M-30 que se va a convertir en una alfombra verde, ese centro urbano del que vamos a estar orgullosos, todos esos grandes proyectos necesitan financiación", señaló el regidor. Y la solución, según él, es reclamar al Gobierno central más porcentaje del dinero que recauda en Madrid por el impuesto sobre la renta (IRPF), el IVA y los impuestos especiales (tabaco, alcohol, hidrocarburos).

Porcentaje variable

Ahora, el Ayuntamiento recibe un porcentaje fijo -algo menos del 2%- de esos ingresos, pero Ruiz-Gallardón quiere que el porcentaje sea variable, y que aumente o descienda en función del "crecimiento económico de la capital", que ahora es superior a la media: el producto interior bruto madrileño crece a razón de un "6% o 7%", según el regidor. Es decir, el gobierno municipal cree que si el Estado recauda más en Madrid porque la capital crece a mayor ritmo que el resto, lo justo es que el porcentaje que percibe el Ayuntamiento de esa recaudación sea también mayor; y al revés: si un año se recauda menos, también las arcas municipales percibirían menos.

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Ruiz-Gallardón considera que Madrid merece eso, entre otras cosas, porque tiene muchos gastos, relacionados con su condición de capital, que otras ciudades no deben afrontar: organización de eventos, escoltas a comitivas oficiales, seguridad... Y algo que ayer llamó "exportación de la tributación fiscal": esto es, la situación que se genera por el hecho de que Madrid sea el lugar de trabajo de muchas personas que, sin embargo, no residen en la ciudad y, por tanto, pagan sus impuestos en otros municipios, incluso en otras provincias.

El alcalde lo explicó con estos datos: "Madrid, de noche, tiene 3.185.000 habitantes; pero de día tiene 5.145.000. Porque cada día laborable entran en nuestra ciudad 1.960.000 personas a trabajar o buscar trabajo, y, según nuestros datos, 900.000 de ellas proceden no de otros municipios madrileños, sino de comunidades limítrofes. De esos casi dos millones de personas, sólo 400.000 vienen en transporte público: por eso en la ciudad hay cada día más de un millón de vehículos de no residentes". Gallardón insistió en que "eso exige una respuesta", que debe pasar por "una financiación específica".

'Se producen unas necesidades que nacen muchas veces de la exportación de la tributación fiscal, de ciudadanos que, utilizando nuestros recursos públicos, tributan sus impuestos allí donde están domiciliados, en municipios donde sólo están durante la noche. Impuestos como el IBI [sobre la propiedad de bienes inmuebles] o el de vehículos, que pagan residentes reales en Madrid, pero legales en otros municipios, y por lo tanto no podemos participar de esos ingresos", continuó el regidor.

Según él, esa situación, sumada a los gastos derivados de la condición de capital y sede de la mayoría de los organismos estatales, "justifica plenamente" que el Ayuntamiento de Madrid pida al Gobierno central "una modificación rotunda del sistema de financiación".

El 17 de junio del año pasado, Ruiz-Gallardón, tras reunirse con el entonces ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, del PP, afirmó que la actual Ley de Grandes Ciudades -que acababa de ser aprobada por el Gobierno- era "suficiente", y declinó pedir una Ley de Capitalidad. Preguntado ayer por qué considera ahora tan "urgente" esa normativa especial, el alcalde respondió: "Una vez que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha prometido a Pasqual Maragall que Barcelona tendrá su Ley Especial, yo me veo obligado a recordarle en qué consiste la que yo pido para Madrid y exigirle que se tramiten de forma conjunta".

La voz municipal, en el Senado

Ayer fue el día de las reclamaciones. Alberto Ruiz-Gallardón no sólo pidió, en la conferencia pronunciada en el foro de Abc, una Ley de Capitalidad "en esta legislatura" y un nuevo sistema de financiación que derive en mayores ingresos para el Ayuntamiento, sino que aprovechó para lanzar su particular propuesta de reforma del Senado.

Según el alcalde, los municipios forman parte de la "representación territorial de España". Juegan ahora un papel fundamental y, sobre todo, lo jugarán "en un futuro". Sin embargo, no están presentes en la Cámara que se ocupa de debatir las cuestiones territoriales: el Senado. Por eso, Ruiz-Gallardón pidió ayer que la reforma de la institución que quiere impulsar el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero dé entrada en la Cámara alta a los ayuntamientos, "con voz pero sin voto", y les permita participar en las decisiones.

Eso significaría que, cada vez que el Senado debatiese una ley que afectara a los habitantes de las "grandes ciudades", los ayuntamientos tendrían que ser obligatoriamente escuchados en la comisión correspondiente, y podrían aportar sus propios informes, propuestas y sugerencias.

La composición del Senado no cambiaría: los senadores seguirían siendo elegidos en comicios generales y por los Parlamentos autónomos, en ningún caso por los municipios.

El regidor subrayó que la "autoría intelectual" de esa propuesta no es suya, sino del alcalde de A Coruña y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el socialista Francisco Vázquez, una de las voces que Ruiz-Gallardón considera "más razonables" en el seno del PSOE.

Entre el público que asistió a la conferencia del regidor, pronunciada en el Casino de Madrid, estaban el secretario general del PP, Mariano Rajoy; la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre; el portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero; varios concejales de la capital, y representantes del mundo empresarial y de los medios de comunicación social.

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