El centro de inteligencia participará por vez primera en 20 años en un órgano permanente de coordinación

La creación del Centro Nacional Antiterrorista (CNA) supondrá la incorporación del servicio secreto a un órgano de coordinación permanente por vez primera en las últimas dos décadas. El precedente más inmediato de este centro hay que buscarlo en el Mando Único de la Lucha Antiterrorista (MULC), que el Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo creó en 1981, en plena ofensiva de ETA, y estuvo sucesivamente bajo la dirección del general José Antonio Sáenz de Santa María y los comisarios Manuel Ballesteros y Francisco Álvarez.

En los últimos años, el único organismo de este tipo era la llamada Mesa...

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La creación del Centro Nacional Antiterrorista (CNA) supondrá la incorporación del servicio secreto a un órgano de coordinación permanente por vez primera en las últimas dos décadas. El precedente más inmediato de este centro hay que buscarlo en el Mando Único de la Lucha Antiterrorista (MULC), que el Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo creó en 1981, en plena ofensiva de ETA, y estuvo sucesivamente bajo la dirección del general José Antonio Sáenz de Santa María y los comisarios Manuel Ballesteros y Francisco Álvarez.

En los últimos años, el único organismo de este tipo era la llamada Mesa de Coordinación, presidida por el secretario de Estado de Seguridad, a cuyas reuniones periódicas acudían responsables operativos del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y el Cesid, refundado en 2002 con el nombre de Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Pero esta mesa carecía de una estructura permanente y se dedicaba exclusivamente a dirigir la lucha contra ETA. Cuando España tuvo que afrontar el mayor atentado terrorista de su historia, el pasado 11 de marzo, fue inoperante. En las reuniones celebradas entre el 11-M y el día de las elecciones no participó ningún representante del CNI, pese a tratarse del principal servicio de inteligencia del Estado.

La ley del CNI puso en marcha de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia, presidida por el vicepresidente primero del Gobierno y con participación de los ministros de Interior y Defensa, entre otros. Sin embargo, esta comisión adoptó un funcionamiento excesivamente formal y ni siquiera llegó a ponerse en marcha la Oficina Nacional de Inteligencia, que debería auxiliar al director del CNI en su papel de secretario de la comisión delegada y Autoridad Nacional de Inteligencia.

El nuevo Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero ha constituido el llamado Comité Ejecutivo del Mando Único, pero éste sólo coordina a las Fuerzas de Seguridad del Estado, lo que hace imprescindible la coordinación con el CNI. Fuentes conocedoras del proceso que ha llevado a la creación del nuevo centro aseguran que, más que en la reciente historia de España, se han buscado modelos en otros países, como el Reino Unido.

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