3.800 mujeres serán diagnosticadas de cáncer de mama este año en Cataluña

El número de nuevos casos registrados aumenta a un ritmo de 200 cada año

Unas 3.800 mujeres serán diagnosticadas de cáncer de mama este año en Cataluña, cifra que supone un incremento de 200 nuevos casos respecto a los registrados en 2003. El envejecimiento de la población y la extensión de los programas de detección precoz son las principales causas de este aumento, que se viene observando en los últimos años. El diagnóstico temprano multiplica las posibilidades de curación, por lo que las asociaciones de mujeres afectadas reclaman que se amplíe la franja de edad de las mujeres incluidas en los programas de detección precoz.

El cáncer de mama es la primera ...

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Unas 3.800 mujeres serán diagnosticadas de cáncer de mama este año en Cataluña, cifra que supone un incremento de 200 nuevos casos respecto a los registrados en 2003. El envejecimiento de la población y la extensión de los programas de detección precoz son las principales causas de este aumento, que se viene observando en los últimos años. El diagnóstico temprano multiplica las posibilidades de curación, por lo que las asociaciones de mujeres afectadas reclaman que se amplíe la franja de edad de las mujeres incluidas en los programas de detección precoz.

El cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres mayores de 35 años. Aunque el número de nuevos casos aumenta cada año, la tasa de mortalidad se ha reducido notablemente gracias a las nuevas terapias y al incremento de diagnósticos tempranos logrados con los programas de detección precoz.

Actualmente, estos programas de cribado se dirigen a mujeres de entre 50 y 69 años, a las que el Departamento de Sanidad invita por carta a someterse a una mamografía cada dos años. Casi el 30% de las mujeres declinan participar en el programa, según reconoció ayer el director del Instituto Catalán de Oncología de la Generalitat, Josep Maria Borràs. Así, de las 247.806 mujeres llamadas a someterse a una mamografía en 2002, 174.455 acudieron a la cita. Las pruebas realizadas hicieron aflorar 2,6 casos de cáncer de mama por cada 1.000 mujeres, de los que la mitad se localizaron en una fase muy incipiente y, por tanto, presentaban excelentes perspectivas de curación.

El director del Instituto Catalán de Oncología reveló ayer estos datos para desmentir las afirmaciones del secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica y oncólogo del Hospital Josep Trueta de Girona, Ramon Colomer, quien aseguró que en determinadas zonas de Cataluña, como Girona, la participación de las mujeres en los programas de cribado de cáncer de mama "no supera el 30%".

Colomer estuvo en Barcelona para presentar la campaña Sin miedo a saber, que llegará a 14 ciudades españolas con el objetivo de "insistir en la importancia de la prevención primaria de cáncer de mama" y ofrecer información sobre una enfermedad todavía "rodeada de tabúes y miedos". En Cataluña se empezaron a realizar programas de detección precoz de cáncer de mama en 1995. Las asociaciones de afectadas consideran, sin embargo, que las mamografías periódicas deberían ofrecerse a mujeres a partir de los 40 años y hasta los 70. "Creemos que habría que ampliar la franja de edad de las mujeres incluidas en los programas, ya que cada vez se detectan más casos antes de los 50 años y después de los 70", señaló ayer Fina Santacana, vicepresidenta de Ginesta, un grupo de ayuda a mujeres con cáncer de mama de Vilafranca del Penedès.

El director del Instituto Catalán de Oncología atribuyó el incremento de diagnósticos en edades más jóvenes a varias causas, entre ellas la maternidad tardía, considerada un factor de riesgo de desarrollar la enfermedad. Los oncólogos, sin embargo, no suelen aconsejar las mamografías cada dos años en mujeres menores de 40 años, ya que antes de esta edad son más frecuentes los cánceres detectados en el intervalo entre una prueba y otra.

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Perder el miedo a saber

"Las mujeres hemos de perder el miedo a saber sobre la enfermedad que nos afecta, pero el médico también debe explicarnos sin temor, y con palabras entendedoras, lo que nos ocurre". Fina Santacana, a la que diagnosticaron un cáncer de mama hace seis años, reivindica la información como una herramienta clave para luchar contra la enfermedad y para despojarla de los tabúes y miedos que la rodean. El miedo a obtener un diagnóstico de cáncer de mama es una de las causas que todavía frena a muchas mujeres a someterse a una mamografía o a autoexplorase los pechos periódicamente, explicó ayer la portavoz de la asociación de ayuda a mujeres afectadas Ginesta.

La campaña Sin miedo a saber tiene por objetivo contribuir a ganar la batalla a esta enfermedad con la concien-ciación, un arma tan importante como la investigación y la atención sanitaria.

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