Un alto mando antiterrorista pasa a ocuparse de la seguridad de EITB

Balza prescinde de un comisario experto en la lucha contra ETA

El nuevo jefe de seguridad de EITB (la radiotelevisión pública vasca) es un comisario de la Ertzaintza que hasta ahora desarrollaba tareas de máxima responsabilidad en la Unidad Antiterrorista de la Ertzaintza. El consejero de Interior, Javier Balza, prescinde así de un "gran profesional", según coinciden todos los sectores consultados por este periódico. Desde su llegada en enero de 2002 a la Unidad de Información de la Ertzaintza, este mando, volcado en la lucha contra ETA, había logrado que la unidad desmantelara los principales grupos de violencia callejera en Euskadi, utilizando nuevas he...

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El nuevo jefe de seguridad de EITB (la radiotelevisión pública vasca) es un comisario de la Ertzaintza que hasta ahora desarrollaba tareas de máxima responsabilidad en la Unidad Antiterrorista de la Ertzaintza. El consejero de Interior, Javier Balza, prescinde así de un "gran profesional", según coinciden todos los sectores consultados por este periódico. Desde su llegada en enero de 2002 a la Unidad de Información de la Ertzaintza, este mando, volcado en la lucha contra ETA, había logrado que la unidad desmantelara los principales grupos de violencia callejera en Euskadi, utilizando nuevas herramientas de investigación como el ADN. El comisario va a EITB en comisión de servicios.

El acuerdo que ha posibilitado el nuevo destino de este mando policial, recién ascendido a comisario en el escalafón policial, ha sido negociado entre el director de EITB, Andoni Ortuzar, y el viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, según fuentes oficiales.

La dirección de la radiotelevisión vasca se ha visto situada en el ojo del huracán en los últimos meses por dos flancos bien diferentes. Por un lado, la organización terrorista ETA remitió el pasado año en varias oleadas cartas amenazantes contra directivos y redactores del medio (incluidos su director y los editores de todos los informativos diarios) en la que criticaba con dureza la línea informativa y editorial de EITB. Anteriormente, los boletines internos de la banda ya habían señalado de manera crítica personalmente a Ortuzar y al director de la televisión, Bingen Zupiria. Estas críticas se reprodujeron el año pasado en los boletines (zutabes) 100 (abril) y 101 (junio) en los que ETA acusaba al ente público de no tratar adecuadamente a detenidos y presos de ETA y de ocultar "la violencia de la Ertzaintza" y de "desfigurar" a la izquierda abertzale.

Paralelamente, la Audiencia Nacional ha mantenido abierto durante meses una acusación de enaltecimiento del terrorismo contra los principales responsables del ente, iniciada por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, a raíz de la emisión de una entrevista el 15 de mayo de 2003 con miembros encapuchados de ETA. En ella, los terroristas negaban cualquier posibilidad de una tregua. El caso se archivó en enero pasado.

El papel de Ormaetxe

ETB, además, ha sufrido recientemente fallos de seguridad, como cuando, en plena campaña de las últimas generales, un simpatizante de la ilegalizada Batasuna se coló en un plató mientras se emitía un informativo con una pancarta con el lema "Apartheid no".

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Sin embargo, fuentes conocedoras de la salida de este mando de la Unidad de Información y Análisis (UIA) antiterrorista de la policía vasca vinculan más su marcha con los desencuentros que ha tenido con el máximo responsable de la Policía de lo Criminal de la Ertzaintza, Natxo Ormaetxe, que con la situación en que se encuentra EITB.

Previamente a la llegada de este mando a los servicios antiterroristas, Balza había reforzado la unidad de élite de información contra ETA, que pasó de 269 efectivos a 372. Con su traslado a la jefatura de la unidad antiterrorista, Interior había previsto iniciar una remodelación en profundidad de estos servicios, "unos de los más politizados de la Ertzaintza", según han coincidido en denunciar los sindicatos policiales y la oposición parlamentaria. Natxo Ormaetxe es un hombre de plena confianza del dirigente del PNV Gorka Agirre y un crítico notorio de la ilegalización de Batasuna y de algunas actuaciones del juez Garzón.

En una entrevista concedida al rotativo francés Le Monde en el verano de 2002, afirmó que "el final de la violencia no se alcanzará solamente por la vía policial". "ETA, se quiera o no, tiene un apoyo social suficientemente importante en la sociedad vasca. La única solución es un proceso de negociación. Basta con el que 5% de las 10.000 personas susceptibles de entrar en la clandestinidad lo haga para que el conflicto continúe. Es preciso negociar", recalcó. Balza, que habló entonces de "clara manipulación" de esas declaraciones, defendió a Ormaetxe en una respuesta parlamentaria fechada el 2 de octubre de 2002.

Casi un año más tarde, cuando el PNV iniciaba su particular autocrítica interna por confundir pacificación y construcción nacional y la etapa de Lizarra ya había naufragado completamente, Balza sorprendió a todo el mundo con un giro en su discurso, al negar cualquier tipo de negociación con una ETA grapizada y apostar exclusivamente por la vía policial. Lo dijo en abierta contradicción con Xabier Arzalluz y la tesis negociadora que defienden éste, Egibar y Agirre, pero en perfecta sintonía con el que finalmente ganó la carrera sucesoria en el PNV, Josu Jon Imaz.

Pese a los éxitos policiales contra la violencia callejera y el apoyo de Balza y de Legarda, la profunda remodelación de la unidad -se llegó incluso a hablar de una unificación de la UIA y la Unidad de Investigación Criminal (UIC), con unos 180 agentes- no cuajó. Finalmente, en la última remodelación de Relación de Puestos de Trabajo sólo se reestructuró la jefatura de la División de Policía de lo Criminal, según consta en un decreto publicado en agosto

en el Boletín Oficial del País Vasco.

"No más de dos legislaturas"

El viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, intentó hasta último momento convencer al mando policial antiterrorista para que aguantara en el cargo al menos hasta el final de la legislatura. Pero la situación del nuevo jefe de Seguridad de EITB en su anterior destino no daba más de sí. Legarda ha defendido su trabajo en la unidad antiterrorista, algo en lo que también han estado de acuerdo los sindicatos policiales.

En su momento, Erne saludó la llegada del entonces subcomisario, procedente de una de las principales comisarías de la Ertzaintza. Uno de sus más destacados dirigentes indicó entonces a este periódico que con ese nombramiento Balza apostaba "por la profesionalidad constatada a la hora de elegir a los mandos". "Lo único que deseamos es que el consejero siga por el mismo camino y aleje de los puestos de responsabilidad a los mandos incompetentes y politizados que aún permanecen", añadió.

Es más que probable que el tándem Balza-Legarda, que ha dirigido Interior en las dos últimas legislaturas, esté llamado también a finalizar en 2005.

Algo así sugirió Balza recientemente en Radio Euskadi cuando, parafraseando al anterior responsable de Interior en Cataluña, aseguró que "consejero de Interior, no menos de dos legislaturas, ni más de dos". Pero esa incognita no se resolverá hasta el año que viene. Ahora, al departamento le toca buscar un sustituto que concite el apoyo del que disfrutó el que ahora se despide.

Entre otros muchos trabajos que tendrá en su próximo destino, el nuevo jefe de seguridad de EITB deberá encargarse de planificar los aspectos de seguridad de la nueva sede del grupo, situada en dos de los pabellones que ha dejado la Feria de Muestras de Bilbao con su traslado a Barakaldo.

El ente público, que este año ha comprometido 8 millones de euros en el proyecto de obra y la primera fase de esa sede en la capital vizcaína, podría ocupar las nuevas instalaciones en 2005.

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