Barcelona será sede de la nueva Organización de Ciudades Unidas

París acoge desde ayer y hasta el miércoles el congreso fundacional de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU). Se trata de una organización que agrupará a más de 1.500 alcaldes o presidentes de organismos representativos del poder regional y de proximidad. En ella se fusionan tres de las existentes hasta ahora: la Unión Internacional de Autoridades Locales, que presidía el galés Alan LLoyd; la Federación Mundial de Ciudades Unidas, que tenía al frente a la turinesa Mercedes Bresso, y Metropolis, que representaba a 80 grandes ciudades y tenía como cabeza visible al alcalde de Barcelona, Joa...

París acoge desde ayer y hasta el miércoles el congreso fundacional de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU). Se trata de una organización que agrupará a más de 1.500 alcaldes o presidentes de organismos representativos del poder regional y de proximidad. En ella se fusionan tres de las existentes hasta ahora: la Unión Internacional de Autoridades Locales, que presidía el galés Alan LLoyd; la Federación Mundial de Ciudades Unidas, que tenía al frente a la turinesa Mercedes Bresso, y Metropolis, que representaba a 80 grandes ciudades y tenía como cabeza visible al alcalde de Barcelona, Joan Clos. La capital catalana será la sede del nuevo organismo.

"La iniciativa de la fusión fue ibérica" recordó ayer el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, "de Barcelona y Lisboa, pero contó con el visto bueno de Santiago de Chile y Lille (Francia). Y es un éxito diplomático para Barcelona, Cataluña y España que la sede de la CGLU esté en la capital catalana. Esa suerte de Organización de las Ciudades Unidas nace con el visto bueno de la ONU y del Banco Mundial. Las ciudades jugarán cada vez más un papel importante en un mundo globalizado en el que los Estados son más garantes y menos gerentes".

Clos señaló: "Las ayudas a la cooperación para países en vías de desarrollo se entregan a menudo a instituciones o poderes que quedan al margen del control de los ciudadanos. Esas ayudas se pierden como agua en la arena. Las ciudades de la CGLU tendrán que respetar una carta de autonomía local que garantizará que sus representantes han sido elegidos democráticamente y no designados, que los ayuntamientos o poderes locales disponen de autonomía política y financiera. Para Barcelona es un honor ser la sede de este nuevo organismo".

Maragall realizará hoy una visita privada a la exposición que el centro Georges Pompidou dedica a la obra de Joan Miró entre 1917 y 1934, y se entrevistará con el ex presidente de la República y redactor de un proyecto de Constitución europea, Valéry Giscard d'Estaing. El presidente de la Generalitat almorzará luego con el primer secretario del PS, François Hollande, y se reunirá con especialistas en organización territorial convocados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y una importante institución financiera francesa.

"Las ciudades pasan a ser interlocutores económicos de primer orden y eso queda consagrado con la creación de la CGLU", dijo Maragall. El alcalde de París, Bertrand Delanoë, explicó: "Hoy, uno de cada dos habitantes del mundo vive en una ciudad. Hace un siglo sólo era uno de cada 10. La progresión prevista para el 2050 sitúa el 80% de la población en una ciudad. Por eso las colectividades locales tienen que unirse ante los peligros de la globalización liberal: el mundo no anda sobrado de organización sino que tiene un déficit de principios, reglas, coordinación y solidaridad". Esta semana, en un anticipo del Fórum, que se inaugura el sábado, Barcelona acogerá la reunión de alcaldes de Porto Alegre para suscribir la Agenda 21 de la Cultura.