El mercado del Born abre al público el mayor yacimiento europeo de época moderna

Una plataforma elevada permite observar desde hoy los restos de la Barcelona del siglo XVIII

Se acabó el espiar de manera furtiva entre los agujeros abiertos en las puertas del mercado del Born. Desde hoy, todos los ciudadanos interesados en conocer el importante yacimiento de la Edad Moderna excavados en el viejo mercado podrán hacerlo los fines de semana gracias a una plataforma elevada situada en la entrada de la calle de la Ribera. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, inauguró ayer esta plataforma en un acto al que asistieron numerosos vecinos de la zona. A principios de 2005, el recinto volverá a cerrarse para iniciar las obras del futuro centro cultural que abrirá a finales de 20...

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Se acabó el espiar de manera furtiva entre los agujeros abiertos en las puertas del mercado del Born. Desde hoy, todos los ciudadanos interesados en conocer el importante yacimiento de la Edad Moderna excavados en el viejo mercado podrán hacerlo los fines de semana gracias a una plataforma elevada situada en la entrada de la calle de la Ribera. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, inauguró ayer esta plataforma en un acto al que asistieron numerosos vecinos de la zona. A principios de 2005, el recinto volverá a cerrarse para iniciar las obras del futuro centro cultural que abrirá a finales de 2006.

Pocas veces es tan fácil ver la historia como en el impresionante conjunto del mercado del Born. Durante el año en que estará abierto el conjunto al público, el espectáculo está asegurado. La estructura de hierro del viejo mercado del siglo XIX aún está polvorienta y necesita ser restaurada, pero despliega majestuosa su belleza sin que ningún elemento distorsione la visión. Los restos hallados en el subsuelo aparecen también imponentes. De momento se ha abierto una de las dos plataformas previstas, la situada en la entrada de la calle de la Ribera, que sobrevuela los restos del viejo barrio de pescadores y desemboca prácticamente sobre la desaparecida calle de Bonaire, que separaba esta zona marinera más pobre y popular de un barrio más acomodado, con varias tabernas y algunas casas señoriales. Cuesta adivinar, al fondo, el recorrido del Rec Comtal, la antigua acequia que suministraba el agua a la ciudad y alrededor de la cual se arremolinaban las viviendas y los locales de los artesanos.

En el frente de la plataforma, que tiene unos 7 metros de profundidad y unos 10 de ancho, se han situado unos paneles informativos en los que se explica de forma suscinta la evolución de esta zona de Barcelona, desde que era el principal centro productivo de la ciudad en la época medieval y moderna hasta ahora, con especial atención al dramático sitio que culminó el 11 de septiembre de 1714 con la victoria de las tropas castellanas y francesas de Felipe V, que consiguieron, precisamente, doblegar la resistencia en el borde mismo de lo que hoy es la entrada posterior del mercado. También se explica la demolición del barrio a raíz de la construcción de la Ciutadella -se derruyeron unas 1.000 viviendas, el 17% de las que había entonces en la ciudad- y, más adelante, la devolución de este fortín a la ciudad, que decidió su demolición para construir un parque, un nuevo barrio y el mercado del Born, que estuvo activo hasta 1977.

Esta información se completa con tres folletos que también se distribuyen de forma gratuita. Está previsto que el 1 de junio se abra al público otra plataforma, más reducida, que estará situada en el acceso de la calle Comercial y en la que se iniciarán las visitas programadas. A partir de junio habrá un servicio de visitas guiadas. El acceso es gratuito los sábados (de 10.00 a 20.00 horas) y los domingos (de 10.00 a 15.00 horas). A partir de septiembre se modificará el horario.

"Éste es el yacimiento europeo más importante de la Edad Moderna y también el mejor conservado y cubierto", señaló ayer el historiador Albert García Espuche, que ha sido nombrado director científico del proyecto del nuevo centro cultural. "Además hemos tenido suerte porque éste no es un fragmento cualquiera de la ciudad, sino un trozo especial que en su día fue el motor económico de la Cataluña medieval y moderna, y que además permite explicar al detalle la microhistoria, es decir, cómo era la vida cotidiana en aquella época, porque conocemos casa por casa cómo era y quién vivía allí", añadió.

García Espuche, el principal especialista en el urbanismo de esta zona, es el director científico del proyecto, cuyo diseño museográfico, coordinado por el Museo de Historia de la Ciudad, realizará el gestor cultural y director de nuevos proyectos del Instituto de Cultura de Barcelona,

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Carles Giner. El proyecto arquitectónico lo realizarán Enric Sòria y Rafael Cáceres, que han sido designados directamente para este cometido, ya que conocían bien la obra. Sòria y Cáceres resultaron ganadores del concurso para instalar en ese espacio la biblioteca provincial de Barcelona, una opción que fue desestimada una vez que se acordó, en octubre de 2002, conservar los restos y construir el nuevo equipamiento en un solar adyacente a la estación de Francia.

Cáceres asistió ayer a la inauguración de la plataforma, e indicó que aún están esperando el desarrollo del proyecto museográfico para comenzar a diseñar el nuevo centro cultural. Según el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell, el primer documento sobre el diseño del centro es "sólo un conjunto de ideas que ahora tienen que desarrollarse y que se pueden ir modificando". Es seguro que se escenificarán los restos y se creará un centro de interpretación histórica, pero aún no está decidido que se ubiquen también espacios comerciales de artesanos como se dijo.

El acalde de Barcelona, Joan Clos, destacó en su parlamento la importancia de estos restos que la ciudad tiene la obligación de "hacer brillar" para mostrar su importancia y para "honrar" la memoria de sus defensores. El jefe de la oposición municipal, Xavier Trias, de CiU, se mostró también muy satisfecho con la apertura al público. "Es importante que la gente lo vea y, sobre todo, se tiene que hacer un proyecto museístico bueno. Esto quiere decir ideas... y dinero".

Aún no está claro si en el futuro centro cultural del Born intervendrá la Generalitat o será sólo de gestión municipal. "No podemos perder tiempo discutiendo esto. Hay que hacer la inversión que se necesita, y si el Ayuntamiento tiene que hacerla solo, lo apoyaremos", indicó Trias, para quien es indudable la importancia histórica del yacimiento, más allá de su "evidente" simbolismo para los nacionalistas.

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