Reportaje:

Atenas da miedo en EE UU

El ministro griego de Orden Público visitará el lunes Washington para tratar de la seguridad en unos Juegos que espantan a muchos deportistas norteamericanos

Al menos cuatro figuras de la NBA -Shaquille O'Neal, Kobe Bryant, Jason Kidd y Kevin Garnett- no han confirmado aún su participación en los Juegos Olímpicos de Atenas con Estados Unidos. Su retraso se justifica por problemas personales o médicos, pero, sin micrófonos delante, los cuatro se suman a otros muchos deportistas norteamericanos tan preocupados por las condiciones de seguridad en la capital helena como para quedarse en casa. Precisamente, George Voulgarakis, el ministro griego de Orden Público, visitará la próxima semana Washington para reunirse, entre otros, con Tom Ridge, secretario...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Al menos cuatro figuras de la NBA -Shaquille O'Neal, Kobe Bryant, Jason Kidd y Kevin Garnett- no han confirmado aún su participación en los Juegos Olímpicos de Atenas con Estados Unidos. Su retraso se justifica por problemas personales o médicos, pero, sin micrófonos delante, los cuatro se suman a otros muchos deportistas norteamericanos tan preocupados por las condiciones de seguridad en la capital helena como para quedarse en casa. Precisamente, George Voulgarakis, el ministro griego de Orden Público, visitará la próxima semana Washington para reunirse, entre otros, con Tom Ridge, secretario estadounidense para la Seguridad Interior; Richard Armitage, secretario de Estado adjunto, y George Tenet y Robert Mueller, respectivos directores del FBI y de la CIA, para tratar de un asunto, el de la seguridad en la gran cita deportiva, en el que los Gobiernos de ambos países colaboran de forma estrecha.

Más información

El ex nadador Mark Spitz, estrella de Múnich 72 con siete medallas de oro, ha sido el primero en plantear abiertamente que Estados Unidos se retire en bloque. "Hace seis meses era altamente improbable", dijo a la BBC, británica, "pero cada día hay más posibilidades de que se abran conversaciones sobre el riesgo de poner a nuestros atletas en peligro". Según Spitz, esa decisión "llegaría en el último momento" y produciría un efecto dominó en otros países, que anunciarían inmediatamente su retirada.

Aunque no existen amenazas concretas sobre posibles atentados de Al Qaeda u otros grupos extremistas, los servicios norteamericanos de inteligencia han incluido los Juegos en su lista de acontecimientos de alto riesgo, en la que también están las convenciones preelectorales de demócratas y republicanos, en julio y agosto, en Boston y Nueva York. El propio Mueller expresó hace meses cierta "preocupación" por la seguridad en Atenas, pero parece contar ahora con las garantías que exigía.

Un portavoz del Comité Olímpico de Estados Unidos asegura: "No existe ahora mismo ninguna posibilidad de que nuestros equipos no estén en Atenas". Kevan Gosper, miembro del COI, muestra su "respeto máximo" por Spitz, pero, matiza, "le gusta que se hable de él". En el evento de Múnich, donde Spitz logró su histórico triunfo, un grupo terrorista mató a once atletas israelíes.

Hasta ahora sólo la tenista Serena Williams había puesto en duda la seguridad en Atenas y anticipado su posible negativa a participar. A ella se pueden sumar los baloncestistas O'Neal, Bryant, Kidd y Garnett. De momento, la excusa de Bryant es la única creíble porque está en medio de un proceso judicial que puede llevarle a la cárcel. Aunque ni él ni sus compañeros han aclarado por qué se resisten a comprometerse, todo indica que están preocupados por su seguridad y descontentos con un sistema de acreditaciones que les impide llevar guardaespaldas privados. El equipo de la NBA tendrá su sede en un puerto olímpico vigilado no sólo por buceadores y patrulleras de la policía con sistemas antiexplosivos, sino también por submarinos de la marina griega.

A pesar del temor, los servicios de inteligencia parecen moderadamente satisfechos con la seguridad, si bien hay inquietud porque la lentitud en la construcción de algunas instalaciones impide poner a prueba las medidas. Varios comandos antiterroristas griegos están siendo entrenados en agencias norteamericanas y la OTAN participará en maniobras de seguridad en Atenas en mayo al tiempo que un comité de expertos de varios países colabora en la elaboración de los planes. Ese despliegue costará 1.200 millones de dólares, cuatro veces más que lo invertido en los Juegos precedentes, un año antes del 11-S.

Para añadir un grado más de polémica y especulación, el comité norteamericano ha contratado por primera vez una póliza de seguros para cubrir las pérdidas por la suspensión de los Juegos. Se desconoce la indemnización pactada, pero la factura ha sido de 170 millones de dólares.

Agentes griegos, en un simulacro contra un atentado con armas químicas.REUTERS

Archivado En