La OCU califica de "fracaso" la apertura del mercado energético

"Un rotundo fracaso". Así calificó ayer el presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), José María Múgica, el resultado de la liberalización de los mercados de la electricidad y del gas después de un año. Según la OCU, de 21 millones de usuarios de electricidad, sólo 21.000 (0,1%) han cambiado de compañía suministradora. En el mejor de los casos, obtienen rebajas de 24 euros al año.

El balance de la liberalización de los mercados energéticos, en el caso de los usuarios domésticos, es, en opinión de la OCU, desolador. Falta información, no existe competencia real y, po...

"Un rotundo fracaso". Así calificó ayer el presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), José María Múgica, el resultado de la liberalización de los mercados de la electricidad y del gas después de un año. Según la OCU, de 21 millones de usuarios de electricidad, sólo 21.000 (0,1%) han cambiado de compañía suministradora. En el mejor de los casos, obtienen rebajas de 24 euros al año.

El balance de la liberalización de los mercados energéticos, en el caso de los usuarios domésticos, es, en opinión de la OCU, desolador. Falta información, no existe competencia real y, por si fuera poco, las compañías comercializadoras (de 69 sólo cuatro realizan ofertas al consumidor doméstico) introducen cláusulas abusivas que hacen poco recomendable al consumidor medio atender ofertas que, además, son muy poco atractivas.

Según los datos dados a conocer ayer por la OCU, un usuario que consuma 3.500 kilovatios/hora al año de electricidad podría ahorrar 9,66 euros al año pasando al mercado liberalizado. En el caso del gas natural, el ahorro sería de 15,84 euros al año para un usuario tipo que consuma 7.000 kilovatios/hora al año.

Si el usuario se acoge a las ofertas conjuntas de electricidad y gas (ver cuadro) que ofrecen las comercializadoras, el ahorro podría llegar a los 24,54 euros al año. Desde la asociación patronal de las eléctricas, Unesa, y desde las propias compañías siempre se ha destacado que la existencia de las tarifas reguladas desincentiva el acceso al mercado libre por los usuarios, al tiempo que los escasos márgenes impiden hacer ofertas atractivas al consumidor.

Frente a esa tesis, la OCU sostiene que las empresas no están interesadas en competir. De ahí las rebajas mínimas que ofrecen y que no compensan los riesgos que asume el cliente y que permanecen ocultos si no se lee la letra pequeña del contrato.

Corresponsabilidad

Uno de esos riesgos, detalló el responsable del estudio, Víctor Arenas, es que la normativa considera al cliente que se pasa al mercado liberalizado corresponsable de los pagos que la compañía comercializadora de electricidad tiene que hacer en concepto de peaje a la distribuidora. Una quiebra o un incumplimiento del intermediario puede causar molestias innecesarias al cliente final.

"El mercado no ha llegado a ofrecer al consumidor el nivel adecuado de competencia. La liberalización es sólo una palabra sin contenido para los consumidores", dijo Múgica. Según el estudio, los precios de la electricidad en España superan en un 38% a los vigentes en el Reino Unido, que tiene el mercado más liberalizado, si se tiene en cuenta el poder adquisitivo en los dos países. Del mismo modo, los españoles pagan un 96% más que los británicos por el gas. Sin embargo, si no se contabiliza el poder de compra, los precios energéticos en España están cerca de la media de los nueve países europeos analizados.

La OCUha desarrollado en Internet (www.ocu.org) una calculadora en la que cada usuario, según contrato y consumo, puede observar qué descuentos le ofrece cada una de las empresas.