LA POSGUERRA DE IRAK

Paramilitares de EE UU participaron en la batalla frente a la base española Al Andalus

El Pentágono deja en manos del mando en Irak la decisión sobre el envío de más tropas

Ocho paramilitares de la empresa privada Blackwater Security Consulting, subcontratada por el Pentágono, defendieron el domingo a tiros el cuartel general de EE UU en la ciudad iraquí de Nayaf, situado a 700 metros de la base de los soldados españoles, también atacada por chiíes radicales. Lo hicieron hasta que llegaron las fuerzas del Ejército regular. Los cuatro civiles estadounidenses quemados y colgados por una turba el miércoles en Faluya también pertenecían a Blackwater. En Washington, Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, no descarta el envío de refuerzos.

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Ocho paramilitares de la empresa privada Blackwater Security Consulting, subcontratada por el Pentágono, defendieron el domingo a tiros el cuartel general de EE UU en la ciudad iraquí de Nayaf, situado a 700 metros de la base de los soldados españoles, también atacada por chiíes radicales. Lo hicieron hasta que llegaron las fuerzas del Ejército regular. Los cuatro civiles estadounidenses quemados y colgados por una turba el miércoles en Faluya también pertenecían a Blackwater. En Washington, Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, no descarta el envío de refuerzos.

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Los ocho paramilitares de Blackwater resistieron el ataque de cientos de chiíes junto a cuatro miembros de la policía militar y un marine en Nayaf, según The Washington Post. Antes de que llegaran refuerzos de las fuerzas especiales del Ejército, la empresa envió helicópteros para transportar munición a los sitiados y evacuar a un herido. Las autoridades no informaron al dar cuenta del incidente del papel jugado por la compañía.

[Los paramilitares actuaron sin coordinarse con los soldados españoles, salvadoreños y hondureños de la base Al Andalus, responsables de la zona, y que también fueron atacados por la manifestación. Existe un malestar entre las tropas españolas por esta actuación, pues ahora los chiíes de Nayaf culpan a los españoles de la muerte de una veintena de iraquíes.]

El ataque contra los cuatro empleados de Blackwater en Faluya, que escoltaban un convoy de alimentos, fue ejecutado "con la misma destreza que lo harían las fuerzas especiales de EE UU", según una copia del informe elaborado por la empresa para el Gobierno estadounidense, al que ha tenido acceso el Post. Los escoltas no llevaban vehículos blindados.

Blackwater, Smith Consulting Group o ArmorGroup International, son algunas de las empresas subcontratadas por el Pentágono para proporcionar seguridad a la Autoridad Provisional. Creada en 1996, Blackwater es una de las principales, y ha entrenado en estos años a más de 50.000 mercenarios. En Irak hay entre 15.000 y 20.000 soldados privados.

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Las empresas suelen ser creadas por personas vinculadas en el pasado a las Fuerzas Armadas y se nutren de ex militares. Cobran un mínimo de 15.000 dólares al mes, aunque algunos pueden conseguir pagas diarias de hasta 2.000 dólares, dependiendo del riesgo.

La insuficiencia de tropas y el recurso a los contratos o subcontratas con empresas privadas y la muerte de 21 soldados estadounidenses en los ataques de insurgentes y chiíes radicales en los últimos días ha puesto en primer plano el debate sobre el tamaño del Ejército regular de EE UU en Irak.

El mando está analizando la situación por orden del general John Abizaid, jefe del Comando Central, para tomar decisiones sobre eventuales refuerzos. Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, no descartó ayer esa posibilidad y se remitió al resultado de las valoraciones del mando militar en Irak: "Ellos decidirán lo que necesitan y obtendrán lo que pidan".

Rumsfeld defiende su plan

Rumsfeld recordó que hay 135.000 soldados de EE UU en Irak y que aunque el plan es reducir el contigente a 115.000 soldados en verano, todo dependerá de lo que considere el mando en la zona. El secretario de Defensa reiteró, como hizo el presidente George W. Bush el lunes, que no hay intención de cambiar la fecha del 30 de junio, pero añadió que los asuntos relacionados con la seguridad no cambiarán a partir del 1 de julio, a diferencia de los asuntos políticos implicados en la transferencia de soberanía: "Nuestras fuerzas seguirán allí. La política de seguridad en Irak no debería cambiar después del 30 de junio".

El senador demócrata Edward Kennedy se mostró muy crítico con la actuación del presidente durante toda la crisis y aseguró que "Irak será el Vietnam de Bush".

Rumsfeld confió en que a corto plazo se controlará la situación en Nayaf y habló de lo ocurrido en Faluya hace una semana. El jefe del Pentágono dijo que se habían hecho fotografías de la turba que causó la muerte, mutilación y quema de los cuatro guardias privados estadounidenses. "Ha habido detenidos en las últimas 36 horas. La ciudad está acordonada. Los que resistían han muerto. Vamos a hacer un esfuerzo sistemático para encontrar a los individuos implicados". Rumsfeld, que hablaba en Norfolk, compareció con el secretario general de la OTAN, el holandés Jaap de Hoop Scheffer, que señaló que aunque la organización está prestando apoyo logístico a las tropas de Polonia y otros aliados desplegados en Irak, "Afganistán es nuestra primera prioridad". Bush se reunirá el 16 de abril con el primer ministro británico, Tony Blair, según informó la Casa Blanca.

Paul Bremer (segundo por la derecha) conversa el pasado jueves en Bagdad con uno de sus asesores, junto a dos guardaespaldas. / REUTERS

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