Sólo la tercera parte de los desguaces está preparada para dar de baja vehículos

Los titulares de vehículos en España están obligados, desde la pasada semana, a dar de baja sus coches viejos en los llamados centros de tratamiento de vehículos (CAT) autorizados por los órganos ambientales de las comunidades autónomas. Hasta ahora sólo unos 160 desguaces cuentan con la necesaria autorización, y de ellos, 130 están concertados con las marcas de turismos a través de la patronal de fabricantes (Anfac) y de la asociación de importadores (Aniacam).

A lo largo de 2004 se espera que se llegue a los 250 centros autorizados, según fuentes de Sigrauto, asociación creada en abri...

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Los titulares de vehículos en España están obligados, desde la pasada semana, a dar de baja sus coches viejos en los llamados centros de tratamiento de vehículos (CAT) autorizados por los órganos ambientales de las comunidades autónomas. Hasta ahora sólo unos 160 desguaces cuentan con la necesaria autorización, y de ellos, 130 están concertados con las marcas de turismos a través de la patronal de fabricantes (Anfac) y de la asociación de importadores (Aniacam).

A lo largo de 2004 se espera que se llegue a los 250 centros autorizados, según fuentes de Sigrauto, asociación creada en abril de 2002 para asegurar el correcto tratamiento medioambiental de los coches que dejan de circular. Fabricantes, importadores, desguazadores y recuperadores integran Sigrauto. En España, que a final de 2002 contaba con un parque total de 23,5 millones de vehículos, se suelen achatarrar en torno al millón de unidades al año. El parque mantiene un crecimiento anual de 500.000 unidades.

Tras la publicación de la orden ministerial 249/2004, que traspone una directiva de la Comisión Europea del pasado año, para dar de baja un vehículo hay que dirigirse a un CAT autorizado. Junto con el vehículo, deberá entregarse en el centro toda la documentación necesaria: el impreso para dar de baja el vehículo (disponible en el CAT), el permiso de circulación, la tarjeta de inspección técnica y la fotocopia de haber pagado el impuesto de circulación si el vehículo tiene menos de 15 años.

Cuando el titular entregue esta documentación y se compruebe que el vehículo puede ser dado de baja, el centro entregará en ese mismo momento un certificado de destrucción al propietario que justificará la baja definitiva en el Registro de la Dirección General de Tráfico y asegurará que el vehículo va a ser tratado para no agredir el medio ambiente.

Según Sigrauto, los fabricantes y los importadores han concertado una red de estos centros suficientemente amplia y distribuida por el territorio nacional que garantiza desde un primer momento la gratuidad en la entrega para el último propietario y, así, se reduzcan los posibles casos de abandono de coches.

Directiva europea

España fue el sexto país de la UE en trasponer la directiva europea. De los grandes países con parques automovilísticos de peso, sólo fue adelantado por Alemania; Italia y Reino Unido van muy retrasados.

Precisamente el pasado viernes se celebró en Bruselas una reunión de varias asociaciones de la UE que impulsan medidas que faciliten las bajas de vehículos viejos. La normativa medioambiental comunitaria es un objetivo prioritario y la eliminación de los residuos contaminantes de los vehículos se ha tomado muy en serio, hasta el punto de que incide en la nueva fiscalidad del sector. Anfac ha reclamado en España lo que está en marcha en Europa: que la fiscalidad penalice más el uso y la contaminación de los vehículos que la matriculación.

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