El centro joven de sexualidad, en peligro tras negarle Trabajo una subvención

El Centro Joven de Anticoncepción y Sexualidad, un servicio pionero abierto en la calle de San Vicente Ferrer, 86 (Centro) desde 1991, podría cerrar por falta de medios. Sus gestores, la asociación de Planificación Familiar, explican que han llegado a esta situación tras la negativa del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales a darles en 2004 la subvención de 11.000 euros que tenían otros años. Pero tanto ellos como el PSOE culpan de lo sucedido a la anterior Consejería de Educación, presidida por Carlos Mayor Oreja, por "presentar al ministerio un informe negativo del centro".

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El Centro Joven de Anticoncepción y Sexualidad, un servicio pionero abierto en la calle de San Vicente Ferrer, 86 (Centro) desde 1991, podría cerrar por falta de medios. Sus gestores, la asociación de Planificación Familiar, explican que han llegado a esta situación tras la negativa del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales a darles en 2004 la subvención de 11.000 euros que tenían otros años. Pero tanto ellos como el PSOE culpan de lo sucedido a la anterior Consejería de Educación, presidida por Carlos Mayor Oreja, por "presentar al ministerio un informe negativo del centro".

Alfonso Antona, vicepresidente de la asociación madrileña de Planificación Familiar, explica que los informes negativos sobre el centro de San Vicente Ferrer los emitió la dirección regional de la Juventud, dependiente de Educación y presidida hasta las elecciones autonómicas de octubre de 2003 por Dolores Velarde Catolfi-Salvoni. "El Ministerio de Trabajo pide siempre informes a la comunidad autónoma correspondiente antes de conceder una subvención y, como fueron negativos, nos la denegaron. Intentamos en repetidas ocasiones que Juventud nos explicara sus motivos, pero fue inútil", añade.

"Creemos que su postura obedece a posturas ideológicas porque en nuestro centro se defiende una información sexual ajena a cualquier sesgo confesional y damos la píldora postcoital, cuestiones que no debían ser muy del gusto de una dirección como la de Juventud, caracterizada por sus posturas ultracatólicas y por apoyar a fundaciones que fomentan la castidad", argumenta Antona.

Paradójicamente, el centro recibió en 2003 otras dos subvenciones del Gobierno regional: una de 7.945 euros de la propia dirección de la Juventud y otra de la Consejería de Sanidad, que les concedió la gestión de un teléfono de información juvenil para normalizar el uso del preservativo. "Si trabajamos tan mal, ¿cómo es que nos dieron esas ayudas?", plantea el vicepresidente de la asociación de Planificación. Y añade que otros centros similares que regentan en Albacete, Santiago de Compostela y Barcelona sí recibirán este año la ayuda ministerial.

El portavoz de Juventud del PSOE en la Asamblea, Javier Gómez, que planteó ayer el problema de este centro en el Parlamento regional, cree que la anterior Dirección General de Juventud "sabía que la mejor forma de hundir esta iniciativa era impedir que recibiera la subvención del ministerio". "Si les siguieron concediendo otras ayudas era porque denegárselas directamente iba a suponerles un coste político, ya que el Consejo de la Juventud, del que yo formaba parte entonces, vigilaba con atención todos sus pasos dadas sus tendencias ultras", asegura el diputado.

El actual director general de la Juventud, Antonio González Terol, aseguró ayer en la Asamblea que desconocía el informe negativo sobre el centro de San Vicente Ferrer atribuido a sus antecesores. "Si dice la oposición que existe, yo me lo creo. Lo buscaré. Entonces, cuando tenga todos los datos, tomaré una decisión. Pero sólo llevo 60 días en el cargo y hay cosas que aún no sé", se excusó. Este periódico intentó localizar a su antecesora, Dolores Velarde, a través de los portavoces de la anterior Consejería de Educación, pero fue imposible.

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Buscar financiación

Antona asegura que están buscando otras fuentes de financiación para evitar el cierre. "Pero si no las encontramos, probablemente no pasaremos del verano. Mantendremos la información telefónica y por Internet, pero no podremos organizar talleres ni dar atención personal", advierte. Según sus datos, éste es "el único centro de anticoncepción de Madrid que presta atención especializada a los jóvenes, tal y como aconseja hacer la Organización Mundial de la Salud". En él trabajan un educador, una ginecóloga y una psicóloga. Antes de que el ministerio empezara a recortarle las ayudas en 1998 llegó a tener un equipo de 12 profesionales.

El año pasado, el centro atendió a 8.910 chavales, la mayoría a través de consultas telefónicas. Una de las principales demandas es la de la píldora del día después, ya que es de los pocos lugares donde los jóvenes pueden obtener esta dosis hormonal que, administrada en las 72 horas después del coito, evita un posible embarazo.

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