El PNV asumirá el 'plan Ibarretxe' en el congreso que inicia hoy

El PNV abre hoy en Bilbao un cónclave histórico. Su IV Asamblea General será recordada por la despedida de Xabier Arzalluz y por la aprobación de una ponencia política en la que el partido fundado por Sabino Arana hace 108 años hace suyo el nuevo Estatuto del lehendakari y apuesta por la unidad nacionalista, reafirmando así el giro soberanista sancionado en enero de 2000 en la anterior asamblea tras el final de la tregua.

Arzalluz y Joseba Egibar, los dos derrotados en el proceso de renovación interna que ha vivido el PNV estos meses, defenderán a partir de las 10.00 ante los 670...

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El PNV abre hoy en Bilbao un cónclave histórico. Su IV Asamblea General será recordada por la despedida de Xabier Arzalluz y por la aprobación de una ponencia política en la que el partido fundado por Sabino Arana hace 108 años hace suyo el nuevo Estatuto del lehendakari y apuesta por la unidad nacionalista, reafirmando así el giro soberanista sancionado en enero de 2000 en la anterior asamblea tras el final de la tregua.

Arzalluz y Joseba Egibar, los dos derrotados en el proceso de renovación interna que ha vivido el PNV estos meses, defenderán a partir de las 10.00 ante los 670 delegados lo que desde su perspectiva debería ser la hoja de ruta de partido para los próximos años. Una ponencia política -Los desafíos del nacionalismo vasco en la primera década del siglo XXI- que pivota sobre dos ideas básicas: la unidad estratégica de las formaciones con "una concepción nacional vasca" en un Consejo vasco de partidos y la asunción del plan Ibarretxe como el eje de acción política del partido. La ponencia llega al cónclave de este fin de semana con las enmiendas presentadas por las organizaciones municipales, algunas transaccionadas con los dos responsables de la ponencia política en las discusiones previas que se han producido en las asambleas provinciales.

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La actual secretaria de la Ejecutiva del PNV, Josune Ariztondo, ha dicho que "los debates fundamentales se han dado ya en los consejos regionales" y, en principio, a la asamblea no llega ninguna enmienda de calado "ideológico" al cuerpo básico del texto.

El documento se reafirma en el giro soberanista aprobado en enero de 2000 en la ponencia Reconocimiento del Ser para decidir. Para entonces, el acercamiento realizado por el PNV a las reivindicaciones históricas de ETA-HB en el verano de 1998 con la contrapartida de una tregua indefinida había saltado por los aires. ETA había abierto "todos su frentes" en diciembre de 1999, pero el PNV, inmerso de lleno en la senda soberanista, lejos de rectificar, consagró un cuerpo ideológico cercano al independentismo que ahora pretende asentar.

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Dos son las bases que los 440 miembros de la Asamblea General con derecho a voto deberán refrendar. Por un lado, el plan que lidera Ibarretxe para dotar a Euskadi de un nuevo estatuto. Sobre ese nuevo estatus "basado en la libre asociación y en la soberanía compartida", la ponencia subraya que "no admitirá ningún derecho a veto que imposibilite el avance de la iniciativa" del lehendakari.

La segunda base sobre la que la ponencia pretende fijar la "hoja de ruta", como dice Egibar, del PNV es un desarrollo del Consejo de partidos, ya aprobado en la asamblea de 2000. Esta institución pretende ser un "órgano estable de cooperación y colaboración de fuerzas políticas nacionalistas (...) para impulsar progresiva y eficazmente la construcción" vasca. El documento reitera que "violencia y construcción nacional son incompatibles".

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