La demanda de becas de comedor escolar se dispara y crece el 30%

La mitad de las 8.000 familias que piden la ayuda se quedan sin ella

La configuración de la escuela cambia a pasos agigantados, pero la Administración es aún demasiado rígida. Ésta es la conclusión del sindicato UGT, que denuncia que las solicitudes de becas de comedor escolar se han disparado un 30,4% en un curso en Barcelona y Baix Llobregat, mientras que el presupuesto de Enseñanza destinado a estas ayudas apenas ha crecido el 3%. La mitad de las 8.000 familias que han pedido la beca se quedarán sin ella.

A mediados de diciembre, los colegios públicos del Eixample de Barcelona se movilizaron contra la reducción de las becas de comedor que otorga el De...

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La configuración de la escuela cambia a pasos agigantados, pero la Administración es aún demasiado rígida. Ésta es la conclusión del sindicato UGT, que denuncia que las solicitudes de becas de comedor escolar se han disparado un 30,4% en un curso en Barcelona y Baix Llobregat, mientras que el presupuesto de Enseñanza destinado a estas ayudas apenas ha crecido el 3%. La mitad de las 8.000 familias que han pedido la beca se quedarán sin ella.

A mediados de diciembre, los colegios públicos del Eixample de Barcelona se movilizaron contra la reducción de las becas de comedor que otorga el Departamento de Enseñanza. Esta reducción ha comportado que en muchos centros de la ciudad han quedado sin cubrir numerosas solicitudes. Globalmente, de las 8.000 familias que habían solicitado ayudas de comedor en la ciudad de Barcelona, 4.000 no la han logrado a pesar de que sus ingresos mensuales no alcanzan los 1.500 euros, según datos facilitados por UGT.

En el curso pasado, en cambio, se atendieron 5.500 solicitudes de las 8.000 recibidas, "cuando las condiciones económicas de las familias sigue siendo igual de precaria que era entonces", explica David Medina, de UGT. "El problema es que la demanda se ha disparado más de un 30% en apenas un curso sólo en la ciudad de Barcelona y la comarca del Baix Llobregat, mientras que las ayudas se han mantenido prácticamente congeladas", añade Medina.

Ante esta situación, la asociación de padres y madres de alumnos de algunos centros del Eixample iniciaron a mediados de diciembre una recogida de firmas para acompañar una carta que se enviará al Departamento de Enseñanza, en la que se denunciará que numerosas familias con graves problemas económicos han quedado excluidas de estas ayudas. En muchas familias, la comida de la escuela es la única que hacen completa los niños.

En la escuela Tabor, de las 73 familias que solicitaron becas sólo 28 la han obtenido, por lo que el centro se ha visto obligado a buscar ayudas por otros cauces, como los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona o fundaciones privadas.

"Los baremos de Enseñanza para otorgar las ayudas son cada vez más rígidos y excluyentes", explica Conchita Braulio, directora de este centro, quien señala que hay familias con ingresos inferiores a 1.500 euros que no han podido acceder a estas ayudas. Esto se debe a que "cuando estaba al frente de Enseñanza Carme-Laura Gil el recorte de ayudas a los centros públicos ha sido incesante", explica Medina, quien recordó que una docena de directores de centros reclamaron más becas sin resultado alguno.

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Lista de reivindicaciones

Los directores de estas escuelas están preparando ahora una lista de reivindicaciones para el nuevo delegado de Enseñanza en Barcelona, tras el nombramiento de Josep Bargalló, de ERC, como nuevo consejero de Enseñanza.

Por otra parte, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Cataluña (FAPAC) advierte de que, en algunos aspectos, la escolarización de los alumnos de procedencia inmigrante no está del todo normalizada porque su participación en algunas de las actividades que van más allá del horario escolar es escasa. Así, la asistencia a colonias, excursiones u otras propuestas que van más allá de las clases es irregular, lo cual "no facilita su integración y su relación con sus compañeros", sostiene Raimon Guilera, miembro de la Asociación de FAPAC.

Aunque hay voces que alertan de que esta falta de participación se debe a cuestiones culturales, sobre todo en el caso de las alumnas de procedencia magrebí, Guilera subraya que esta escasa asistencia se debe sobre todo a causas económicas. "El anterior Departamento de Enseñanza no hizo demasiado hincapié en estas cuestiones, pero en verdad es muy importante gestionar bien y en igualdad las actividades que van más allá del currículo porque son un elemento de cohesión y conocimiento básico entre los alumnos", explica Guilera.

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