CARLES SOLÀ | Consejero de Universidades | RELEVO EN LA GENERALITAT DE CATALUÑA

Rector, químico y lector de 'Triunfo'

El padre Llidó, mártir de la sangrienta dictadura chilena, está siempre en la memoria de Carles Solà (Xàtiva, 1945), nuevo consejero del Departamento de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información (DURSI). Solà no olvida la lección de justicia que fue la vida de Llidó, con el trabajó en los años sesenta dando clases de alfabetización a las familias más humildes.

Doctor en Química por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia y catedrático de Ingeniería Química por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ex militante del histórico Partit dels Socialistes del...

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El padre Llidó, mártir de la sangrienta dictadura chilena, está siempre en la memoria de Carles Solà (Xàtiva, 1945), nuevo consejero del Departamento de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información (DURSI). Solà no olvida la lección de justicia que fue la vida de Llidó, con el trabajó en los años sesenta dando clases de alfabetización a las familias más humildes.

Doctor en Química por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia y catedrático de Ingeniería Química por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ex militante del histórico Partit dels Socialistes del País Valencià (PSPV), Solà llega el Gobierno con muchas ideas para un sistema, el universitario, que conoce al dedillo. Este progre admirador de la revista Triunfo, con fama de buen profesor y campechano, fue rector de la UAB de 1994 a 2002, posición que se ganó gracias al voto de alumnos y personal administrativo. Fiel a sus orígenes, cuentan que en su despacho del rectorado tenía una imagen de Felipe V cabeza abajo, en protesta por la abolición de los fueros valencianos. Uno de los momentos más críticos de su mandato fue la brutal actuación policial al reprimir una protesta de estudiantes por la visita de Aznar a la universidad. En aquellos días de 1999, el claustro declaró persona no grata al presidente del Gobierno. Sensible a las tesis más catalanistas, Solà apoyó a Lluís Arola, rector de la Universidad Rovira i Virgili, en su oposición a que la Generalitat acabara con la discriminación del castellano en la selectividad.

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Como presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas entre 1996 y 1998, tuvo tensas relaciones con el Ministerio de Educación y lidió por dinamizar la vida universitaria y lograr una mayor autonomía.

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