Per un Xúquer Viu hará campaña en la Ribera contra la explotación del río
La plataforma exige la revisión del plan hidrológico del Júcar
Per un Xúquer Viu, organización integrada por grupos ecologistas, sindicatos, partidos de izquierda y la Fundación Nueva Cultura del Agua, lanzará una campaña de charlas y recogida de firmas en la comarca de la Ribera para concienciar a la población de que el Júcar corre peligro si se ejecuta el trasvase al Vinalopó. La plataforma exigirá una revisión del plan de la cuenca del Júcar, que certificó que había agua para transferir.
La campaña incluirá también la presentación de mociones en los ayuntamiento de la comarca. Los representantes de las organizaciones de la plataforma, reunidos e...
Per un Xúquer Viu, organización integrada por grupos ecologistas, sindicatos, partidos de izquierda y la Fundación Nueva Cultura del Agua, lanzará una campaña de charlas y recogida de firmas en la comarca de la Ribera para concienciar a la población de que el Júcar corre peligro si se ejecuta el trasvase al Vinalopó. La plataforma exigirá una revisión del plan de la cuenca del Júcar, que certificó que había agua para transferir.
La campaña incluirá también la presentación de mociones en los ayuntamiento de la comarca. Los representantes de las organizaciones de la plataforma, reunidos en la noche del pasado jueves en Alzira, coincidieron en destacar que "la sobreexplotación" que padece el Júcar "no permite nuevas extracciones, ni trasvases". Como el plan hidrológico de la cuenca tiene ya cinco años de vigencia, "debe ser revisado al no contemplar la actual situación de sobreexplotación". Tampoco le fue asignado al río en ese plan un caudal mínimo ambiental para su curso por la llanura de la Ribera. Per un Xúquer Viu reclama que se corrija ese error.
La falta de recursos ha llevado también a que el río sufra intrusión marina. A tres kilómetros de la desembocadura, el agua del Júcar ya es salada, según un informe de urgencia encargado por la Fundación Nueva Cultura del Agua a la Universitat de València, que ayer confirmó que "existe una intrusión salina muy importante".
El secretario comarcal de la Unió de Llauradors i Ramaders, Camilo Sebastiá, reiteró en la reunión que el trasvase Júcar-Vinalopó "secará el río". También criticó que el Gobierno central haya "empezado la casa por el tejado porque el agua del Ebro, que tardará en llegar unos 15 o 20 años, no es la solución". Por su parte, Carlos Feuerriegel, representante de Ecologistas en Acción, aseguró que desde el año 1982 "al mar sólo fluyen aguas residuales", ya que las que lleva el río a su paso por Antella, donde comienza la Acequia Real del Júcar, "no llegan" a la desembocadura". Feuerriegel considera que "no se pueden cumplir" las previsiones de reparto de agua del plan de la cuenca del Júcar, como el ahorro de 240 hectómetros cúbicos al año con la modernización de la Acequia Real del Júcar. Los 270 hectómetros cúbicos que quedarán para el regadío de la Ribera, el abastecimiento de Valencia y el mantenimiento del parque natural de L'Albufera "son claramente insuficientes".
El secretario comarcal de l'Entesa, Paco Sanz, afirmó ayer: "La Ribera tiene la palabra, llegaremos hasta donde quieran sus habitantes", tras insistir en que el Júcar no tiene excedentes de agua y en que la financiación europea del trasvase al Vinalopó "está en el aire". Per un Xúquer Viu y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia se han solidarizado con el representante de Xàrquia-Ecologistes en Acció, Salvador Pérez, en huelga de hambre para llamar la atención sobre el deterioro del Júcar.