RADIOGRAFÍA DE LAS CARRETERAS DE ACCESO A LA CAPITAL / 5

Un atasco lluvioso

8.01. El inicio del recorrido a la altura del kilómetro 23 se efectúa sin ningún problema. Hay una gran densidad de tráfico, pero el vehículo puede alcanzar los 90 kilómetros por hora. Las primeras retenciones se registran a las 8. 16, a la altura del Cerro de los Ángeles, en Getafe. La incorporación desde la M-50 resulta penosa para muchos conductores, que deben parar en seco el vehículo para volver a arrancar.

A la derecha, el automovilista percibe un reguero de luces rojas. Se trata del desvío para la circunvalación M-45, donde se forman retenciones que superan l...

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8.01. El inicio del recorrido a la altura del kilómetro 23 se efectúa sin ningún problema. Hay una gran densidad de tráfico, pero el vehículo puede alcanzar los 90 kilómetros por hora. Las primeras retenciones se registran a las 8. 16, a la altura del Cerro de los Ángeles, en Getafe. La incorporación desde la M-50 resulta penosa para muchos conductores, que deben parar en seco el vehículo para volver a arrancar.

A la derecha, el automovilista percibe un reguero de luces rojas. Se trata del desvío para la circunvalación M-45, donde se forman retenciones que superan los 700 metros. En su mayoría se trata de camiones de gran tonelaje. A las 8.20, la desviación hacia la M-30 y la M-40 hace recuperar los 100 kilómetros por hora.

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Unos minutos más tarde el conductor debe levantar el pedal del acelerador. Se topa con la primera gran retención que se convertirá en su calvario. Está a la altura del kilómetro 5 de la N-IV. Primera, segunda. Diez kilómetros por hora. Ese ritmo lo llevará hasta una M-30 colapsada por la cantidad de coches y por la lluvia caída. El recorrido termina a las 8.40.

El regreso se inicia a las 8.48, tras dar la vuelta en el desvío de Méndez Álvaro. Cosa extraña, la salida por la variante hacia la M-30 se encuentra atestada de tráfico y las retenciones hacen que llegar a Getafe por la N-IV (unos cuatro kilómetros) se haga de forma muy lenta, a unos 30 kilómetros por hora. A las 9.01 se logra mayor velocidad, lo que permite terminar el viaje de salida de la capital a las 9.11.

Dos minutos más tarde empieza la vuelta a Madrid, que se hace mucho más lenta. El final de la hora punta se retrasa. A las 9.31 el vehículo logra desviarse hacia la M-30, pero pronto se halla con el gran atasco, en el kilómetro 8, del que no saldrá hasta las 10.01.

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