Un esfuerzo que "sirvió para algo"

La Feria de Durango rinde homenaje a Gerardo Bujanda, uno de los pioneros de la radiodifusión vasca

La Feria del Libro y Disco Vascos de Durango dedicó su jornada de ayer al análisis del papel desempeñado por la radio en la difusión de la cultura vasca y en especial del euskera. Destacados profesionales radiofónicos euskaldunes disertaron sobre este asunto en diversas mesas redondas. Todos ellos coincidieron en destacar el papel fundamental que desempeñó la radio, especialmente hasta la década de los setenta, antes de que el sistema educativo difundiera las normas del euskera unificado entre los escolares. En ese sentido, los ponentes coincidieron en señalar que la radio es el medio de comun...

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La Feria del Libro y Disco Vascos de Durango dedicó su jornada de ayer al análisis del papel desempeñado por la radio en la difusión de la cultura vasca y en especial del euskera. Destacados profesionales radiofónicos euskaldunes disertaron sobre este asunto en diversas mesas redondas. Todos ellos coincidieron en destacar el papel fundamental que desempeñó la radio, especialmente hasta la década de los setenta, antes de que el sistema educativo difundiera las normas del euskera unificado entre los escolares. En ese sentido, los ponentes coincidieron en señalar que la radio es el medio de comunicación "más natural" que ha encontrado la comunidad euskaldun para expresarse.

"Hay que recordar que cuando la radio dio sus primeros pasos en el País Vasco la mayor parte de los vascoparlantes eran analfabetos en su propia lengua", señaló la directora de Euskadi Irratia, Odile Kruzeta, para quien este medio contribuyó en aquellos años no sólo a fomentar la utilización de la lengua vasca, sino también a hacer "menos duras" para los euskaldunes las recién nacidas normas gramaticales impulsadas por Euskaltzaindia. Todo ello produjo una inmediata identificación de los oyentes, cercana a la militancia, según destacaron varios de los participantes en las charlas. En ese sentido, la directora de Euskadi Irratia señaló que "hoy en día la oferta se ha ampliado, se zapea mucho más y el oyente elige aquello que más le interesa".

"Nadie sospechaba que yo era un corresponsal clandestino de Radio Euzkadi"

Los debates sobre este asunto continuarán hoy, con dos mesas redondas sobre la relación entre la Iglesia, el euskera y la radio, así como sobre el papel que desempeña ese medio informativo en la sociedad actual.

La organización de la feria rindió así ayer homenaje, con la concesión del premio del certamen, a uno de los pioneros de la radiodifusión vasca, Gerardo Bujanda (San Sebastián, 1919), corresponsal clandestino de Radio Euzkadi de 1965 a 1977.

Camuflado bajo el seudónimo de Jon de Igeldo, Bujanda enviaba sus crónicas a Venezuela, el país donde estaba ubicada la emisora, a través de un apartado de correos de San Sebastián contratado a nombre de Francisco Romero. Durante ese tiempo, nadie sospechó que su militancia en el PNV abarcara también actividades como informador. "En varias detenciones que tuve nadie me preguntó nada sobre la radio. Nada hacía sospechar que este humilde servidor pudiera desempeñar esas funciones", explicó el homenajeado a EL PAÍS antes de recibir el galardón.

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El trabajado del corresponsal clandestino consistía en enviar crónicas sobre la situación política y social de Euskadi, material que era utilizado después por la emisora. "Yo les hablaba sobre todo de cosas que ocurrían durante la clandestinidad, había un grupo muy grande en Venezuela y había que conservar su ánimo", señala Gerardo Bujanda. Para esa labor leía periódicos y se valía también de los contactos que tenía "en el otro lado y también entre muchos sacerdotes".

Bujanda muestra su admiración por la cantidad de publicaciones reunidas en la Feria de Durango, algo que le hace sentirse orgulloso de su labor en el pasado. "Estoy de acuerdo con que ningún esfuerzo se pierde. Vista la eclosión de hoy, creo que aquello sirvió para algo", comenta. "No voy a decir que el trabajo en pro del euskera lo comenzáramos nosotros, pero algunos frutos se han conseguido y una parte la he recogido inmerecidamente yo con este reconocimiento".

El galardonado se emociona por haber sido elegido como merecedor de la argizaiola (candela), distintivo que cada año entrega la organización a una persona que se ha destacado por su labor a favor de la cultura en euskera. "El miedo que antes he tenido ahora se ve recompensado, y lo que yo antes no le daba ninguna importancia ahora veo que la tiene", indica. "Recojo el premio con verdadero cariño porque premia en mí el trabajo de una serie de personas que estoy seguro se alegrarán de que yo lo reciba", agregó a este periódico.

Entre los autores que se acercaron ayer a la feria destacó una vez más Unai Elorriaga, quien mantiene su tirón entre los lectores, más de un año después de ganar el Nacional de Literatura por SPrako tranbia.

También acudió el poeta Kirmen Uribe, quien presenta dos propuestas este año. La primera es Zaharregia, txikiegia agian-Una manera de mirar (Gaztelupeko hotsak), un disco-libro editado en euskera, castellano e inglés, en el que ha trabajado con los músicos Mikel Urdangarin y Rafa Rueda y el dibujante Mikel Valverde. La otra es Garmendia eta zaldun beltza (Elkar), un libro de aventuras dirigido al público juvenil, que describe las vivencias de un antihéroe de origen vasco perdido en el oeste americano a finales del siglo XIX.

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