EL LIBRO DE LA SEMANA

Referencias a España

COMO HOMBRE culto, Pepys hablaba varios idiomas, entre ellos el español. Cuando anotaba historias picantes solía mezclar esos idiomas: "Me acosté with la mente un peu turbada pour ce que fait hoy, pero espero que será le dernier de toute ma vie". Respecto a España hay anotaciones en esta edición, pero muchas menos de las esperables. No aparece su comentario del 1 de julio de 1663 ante la noticia de la muerte de don Juan de Austria; tampoco recoge referencias a costumbres observadas, como su comentario de 27 de septiembre de 1667 acerca de lo ceremoniosos que son los españoles o la del 2...

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COMO HOMBRE culto, Pepys hablaba varios idiomas, entre ellos el español. Cuando anotaba historias picantes solía mezclar esos idiomas: "Me acosté with la mente un peu turbada pour ce que fait hoy, pero espero que será le dernier de toute ma vie". Respecto a España hay anotaciones en esta edición, pero muchas menos de las esperables. No aparece su comentario del 1 de julio de 1663 ante la noticia de la muerte de don Juan de Austria; tampoco recoge referencias a costumbres observadas, como su comentario de 27 de septiembre de 1667 acerca de lo ceremoniosos que son los españoles o la del 28 de abril de 1669 dando cuenta de la recepción de una Historia de España de Mariana en español, que califica de excelente. Este tipo de anotaciones habrían dado más gracia a la edición española, aunque anoto hasta 13 referencias, bien que casi todas de pasada o poco significativas. Son de este tenor: "Sir R. Ford nos habló del interés que tiene el reino en firmar la paz con España y Holanda. Yo fui a buscar una taza de té (es una bebida china) que bebí por primera vez". Pero en ocasiones el relato se hace más extenso, como el del conflicto entre los embajadores de España y Francia por una cuestión de preferencia que acabó echando mano a las espadas, fue cruento y exasperó a Luis XIV (septiembre, 30, 1661).

Y, aficionado como era, además de a las ciencias (trató a Hooke y a Boyle, fundador de la Royal Society, a la que perteneció Pepys y de la que fue presidente), al teatro, Pepys acudió, naturalmente, a numerosas representaciones de las obras de su contemporáneo William Shakespeare. Lo más interesante es ver la diferencia de aprecio a Shakespeare en su época (por una persona culta como Pepys) y hoy día. El genio era entonces sólo un comediante y a Pepys, por lo general, le desagradan sus obras ("allí vimos Las alegres comadres de Windsor, que no me gustó, en absoluto, ni un solo fragmento siquiera". Otra: "A Deptford, por agua, leyendo Otello, el Moro de Venecia, que hasta ahora había estimado una excelente obra, pero como acabo de leer Las aventuras de las Cinco Horas, me parece ya despreciable"). En cambio, le gustó mucho Volpone, de Ben Johnson. Así era Pepys.

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